FUGITIVOS – TRIPLE CRIMEN. Decanta la polvareda, pero persiste el misterio
Con los autores del triple crimen de General Rodríguez en gayola, empieza a decantar la polvareda de los caminos rurales de Santa Fe. Pero el paisaje no es claro y persisten misterios.
La policía santafesina confirmó que las detenciones de Martín Lanatta, el sábado, y su hermano y Schillaci el lunes temprano, fueron realizadas por la policía de la provincia, que en el segundo caso se negó a entregar a los prófugos a los policías y gendarmes federales y recién lo hicieron cuando se apersonó la ministra Bullrich en la localidad de Helvecia, donde los retenían. Los santafecinos realizaron las detenciones con muy pocos recursos, sin un mayor despliegue que una cuadrilla de caballos prestados por un paisano, en el primer caso, y el llamado de un patrullero de la policía local, en el segundo caso.
También se supo que entre las fuerzas hubo un tiroteo – fuego amigo – cerca de la localidad de Gessler, como indica Página/12 de hoy.
«Ayer se confirmó que este agente federal resultó herido por una equivocación, cuando las fuerzas federales se dispararon entre sí en medio de una gran confusión. Un elemento clave para entender hasta qué punto llegó el desconcierto y la falta de coordinación de las distintas tropas intervenientes en el gran operativo.»
Ni los responsables ni la prensa se olvida del papelón del sábado, que consistió en comunicar la captura de los tres prófugos cuando en realidad era Martín Lanatta el que se había entregado, después de un accidente de tránsito, a bordo de una camioneta travesti. El secretario Ritondo dijo que la policía santafesina había sido la fuente de la desinformación, y el gobernador de esa provincia le respondió: “No fue de nuestra fuente que se brindó información errónea”.
La patinada fue larga, y sus huellas en el pavimento así lo demuestran. Ayer se difundió la foto de un documento judicial – cuya veracidad no fue confirmada por Pájaro Rojo – que demostraría que hasta el juez Torres había dispuesto el traslado de todos los buscados el pasado 9 de enero, creyéndolos o sabiéndolos apresados. La fuente es el sitio Adelanto24.
Finalmente, resulta muy llamativa la seguridad de Roberto Canaletti en la pantalla de TN, al comunicar los detalles de la captura del trío dinámico. «Martín Lanatta fue el primero en caer detenido. (…) Después su hermano Cristian, también detenido, rodeado por la policía. (…) y Victor Schilacci, al que debieron hacerle tiros de advertencia, porque hubo tiros. (…) Esta historia termina con tintes de Far West».
El video, un excelente ejercicio de periodismo de anticipación, no tiene desperdicio.
La prensa alineada ahora se acuerda de Ibar Pérez Corradi, autor intelectual del Triple Crimen, cuyos abogados ya salieron por las radios a decir que su representado está en el país, dispuesto a presentarse a la Justicia, de la que está prófugo hace 44 meses. Dicen que altos cuadros políticos estarían negociando una versión con el jefe de los fugitivos que tanto ruido trajeron durante el fin del año que se fue y el comienzo del presente, que se vislumbra aciago. Mientras tanto, sorprende el artículo de un colega alineado del grupo Clarín, que con motivo se pregunta: ¿Quién cubre los millonarios costos de la defensa de los tres capturados?