DÓLAR. La pulseada en torno al «blue» (negro) y por la soberanía monetaria define quien tiene la manija.

A ver a ver / quién tiene la manija / el pueblo unido / o la oligarquía hija de puta

La pulseada en torno al dólar define las relaciones entre el Gobierno frentista y el Poder económico. Para algunos, el dolar es blue, un horizonte, un cielo a alcanzar para llevarlo lejos a la primera de cambio (nunca tan bien dicho). Para quienes creen que el Estado debe velar por los intereses de las mayorías es negro azache como la noche mas cerrada. Porque ese dólar mal llamado «blue» es nada menos que un instrumento para legitimar la evasión tributaria, para desconocer al Estado. O manda el Estado, o manda el «mercado», otro eufemismo que enmascara oligarcas fugadores. Jorge Mancinelli lo explica muy bien.

Ataques al peso

Dólar Blue: Un dispositivo para crear expectativas

 

POR JORGE MANCINELLI

El Fiscal santafesino Matías Edery, allanó el 17 de septiembre una financiera de Rosario buscando pruebas por el asesinato de un ex barra de Ñuls que era comprador de dólares en la financiera allanada

Después del allanamiento el Fiscal declaró: “la responsabilidad de quienes manejan dinero ilícito es la misma del delincuente que dispara. En esa financiera, donde Marcelo «Coto» Medrano (ex barrabrava de Ñuls) compraba dólares con regularidad, encontramos 175 documentos nacionales de identidad, esto significa que existía una operatoria para la compra ilegal de dólares. con ese dinero hacían préstamos, cambiaban cheques, generaban una renta ilícita, es plata manchada de sangre”.

Por esos mismos días, en Buenos Aires, el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, informaba de nuevas reglas para el mercado cambiario dirigidas a tres segmentos: el pago de deuda externa tomada por empresas, las compras con tarjetas en moneda extranjera y el llamado dólar ahorro.

Las nuevas herramientas para administrar el mercado cambiario tienen por objetivo cuidar las reservas. Ni bien conocidas, medios de comunicación y el sistema de atesoramiento organizado por las grandes fortunas existentes en nuestro país, la pusieron bajo la lupa del llamado dólar blue.

El dólar blue, ya sabemos, es el precio que se le asigna a esa divisa en un mercado secreto y con participantes desconocidos. Sobre esa condición, el presidente del Banco Central habló a lo largo de diversas entrevistas el 16 de septiembre.

Dijo Pesce que las cuevas, lugares donde se comercializa el blue, son un mercado delictivo. «Es lo mismo que ir a comprar o vender cosas en un desarmadero de autos”, explicó

“Cuando se han hecho allanamientos en cuevas donde se realizan este tipo de operaciones, se han cruzado bases de datos y uno encuentra narcotraficantes, traficantes de armas, cualquier cosa… es un mercado que provee al delito y es imposible saber cuál es el tipo de cambio que el delito está dispuesto a pagar», afirmó el presidente del Banco Central.

La realidad confirma la descripción de Pesce tal como lo comprobó el Fiscal Matías Edery. Ante esas evidencias, es necesario indagar sobre las causas y los efectos que tiene un precio fijado en un mercado secreto.

Comencemos por el volumen de ese mercado.

A mediados del año 2015, mes de junio, el mercado del dólar blue manejaba 2 millones de dólares por día, mientras que circulaban 469 millones de dólares por el mercado manejado por el Banco Central

Las transacciones del mercado ilegal representaban el 0,4 por ciento de las operaciones legales. Desde aquel momento al presente, pasó la pandemia macrista.

En diciembre de aquel año 2015, Prat Gay, primer ministro de economía, sostuvo que como todos los precios estaban fijados según la cotización del dólar blue, desregularía  el mercado abriendo las puertas a un ciclo de inflación y devaluación que no tiene antecedentes en la historia argentina.

La política devaluatoria de Prat Gay y Macri nació con la dictadura cívico militar y Martínez de Hoz, quien hizo posible convertir en política pública la destrucción de la moneda nacional.

Al igual que durante la dictadura y la gestión de Cavallo, entonces se abasteció de dólares al mercado interno mediante deuda pública y privada, deuda esta última que fue estatizada con los seguros de cambio de Cavallo.

La acumulación de capital en la Argentina en cabeza de grandes fortunas y capitales en actividad, no va a las inversiones productivas sino a la dolarización porque esa conversión monetaria les permite atesorar en el exterior ganancias y excedentes.

El volumen de apropiación de rentas e ingresos desde 1976 a la fecha, es tal que ese sector social tiene atesorado en el exterior más de un producto bruto interno.

¿Cómo se maneja la economía desde ese poder? Teniendo el control de la cotización del dólar y de su volumen total.

La cantidad es regulada con la liquidación de dólares de exportación y la solicitud de esa divisa para pago de importaciones. La cotización, con el endeudamiento público y el precio de tres dólares: contado con liquidación, dólar Bolsa (MEP) y dólar paralelo o blue.

Dos miembros del instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, Claudio Lozano y Alejandro Lópéz  Mieres, constataron que  entre los meses de enero y junio del año corriente los exportadores liquidaron 3267 millones de dólares menos que los que deberían haber liquidado. En ese período, el endeudamiento consumió u$s 9065 millones. Esa combinación le restó a la economía más de 12.000 millones de dólares.

La manipulación del precio del dólar se realiza mediante el manejo de los tres tipos de cambio ya consignados.  Si las operaciones de dos de ellos (dólar líqui y dólar Mep) quedan registradas, el tercer precio que utilizan, el dólar blue no deja rastros. No tiene volumen y su función es fijar en la atención pública una cotización sin sustento real que sirve para crear expectativas.

Si el mercado en el que se transa el blue es ilegal y muy reducido en relación al mercado real, en el que circulan flujos de cobro y pago de ventas, compras y financiamiento con el exterior, ¿cómo es posible que su precio incida tanto en la sociedad?

Incide tanto por los medios de comunicación. Y en este punto surge una paradoja: si el atesoramiento de las grandes fortunas y capitales se realiza en dólares ¿porqué promover la tenencia de dólares en la mayor porción posible de la población? Porque es el punto para apalancar la devaluación del peso. Yel modo de promover un comportamiento social que legitime la ilegalidad de su transacción.

Un uso y costumbre que promueve la aceptación de la fuga y legitima las cuentas en cuevas fiscales del exterior.

El dólar blue es un instrumento para legitimar el no pago de impuestos, para evadir impuestos, para desconocer al estado.

El poder económico ha logrado condicionar al Estado quitándole capacidad y legitimidad para establecer y cobrar impuestos y para regular el comercio exterior y el mercado cambiario.

Ese poder necesita por debajo de él mucha calderilla verde.

En el mes de enero de 2018, Federico Sturzenegger, entonces presidente del Banco Central, resolvió que a partir del primero de marzo de ese año, se habilitarían comercios e individuos para operar en cambios sin necesidad de depender de un Banco o Casa de cambio.

Carnicerías, kioscos, ferreterías, veterinarias, iban  a poder vender y comprar dólares con la sola condición de inscribirse en el registro de operaciones de cambio.

La decisión de Sturzenegger fue aprobada por Macri con un mega decreto destinado a “modernizar al Estado”.

La decisión no se concretó por las corridas cambiarias que provocó el gobierno de Macri, descontrol que llevó el dólar de menos de 20 pesos en enero a más de 40 en octubre en octubre de ese año.

El gobierno de Macri, incorporó grandes fondos de inversión en la distribución de la renta nacional. Asunto que la reestructuración de la deuda externa pudo ordenar.

Esos fondos, particularmente uno de ellos, tienen participaciones accionarias en grandes empresas originariamente argentinas.

La extranjerización de la economía llevada al extremo de ocupar la conducción de la economía, choca contra un poder histórico, el de la oligarquía, basado en la apropiación de la renta de la tierra.

Ese poder oligárquico necesita una dolarización controlada únicamente por si mismo, y para eso necesita la sobrevivencia de la moneda nacional en condiciones similares a los vales de estancia o al dinero falso impreso por ingenios azucareros, tal como el que imprimió el ingenio Las Palmas del Chaco austral a fines del siglo 19.

Contradicciones y disputas al interior del poder económico, que el peronismo tiene, una vez más, que resolver en beneficio del pueblo.

Resumiendo: el dólar blue es una ficción para manejar las expectativas de los mercados.

El dólar llamado dólar ahorro, un reemplazante del ahorro en pesos, que se puede superar consolidando el objetivo del gobierno de Alberto Fernández: recuperar la soberanía monetaria.

 

  • Columna emitida en el programa “Obligados a volver”, radio LARZ, 24 de septiembre 2020

 

 

 

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