El rastro perdido de Néstor Grill
En noviembre de 1976 fue secuestrado por un grupo de tareas de la Marina en Bahía Blanca. Ahora se conocen detalles de sus últimas horas y también documentación secreta de los servicios de Inteligencia de la Bonaerense que hablan de las causas de su detención. El testimonio desde España del sacerdote José Torras, que lo conoció en los años 70.
Norberto G. Asquini / La Arena
El 4 de noviembre se cumplieron 35 años de la desaparición de Néstor Grill en Bahía Blanca, un joven de 23 años nacido en Jacinto Arauz. Era un militante católico de base en el enclave más importante de la Marina y fue secuestrado de su casa familiar por un grupo de tareas de esa fuerza.
Actualmente hay una causa abierta por su desaparición, y de otras personas, esperando por el juicio oral y público. Hay procesado un grupo de marinos por delitos en las bases de Puerto Belgrano y Baterías. El listado incluye entre la veintena de nombres a los contraalmirantes Carlos Alberto Büsser, que encabezó el desembarco en Malvinas, y Manuel Jacinto García Tallada, ex jefe del Estado Mayor del Comando de Operaciones Navales, condenado en el primer juicio de la ESMA.
El secuestro
Ahora, a más de 30 años de que fuera detenido ilegalmente a la 1.30 del 4 de noviembre de 1976 frente a su familia por varias personas encapuchadas y armadas, se conocen más detalles de su destino posterior a su secuestro. El joven fue trasladado de su domicilio de la calle Darregueira 441 al centro clandestino de detención «Baterías» ubicado en dependencias de la Base Naval de Puerto Belgrano, donde fue sometido a tormentos. Habría sido retirado de dicho campo de concentración en la noche del 22 de noviembre, según pudo investigar la Justicia Federal.
Por entonces, Grill era coordinador de la Comunidad de la Pequeña Obra en el barrio Pedro Pico, de Cáritas, un grupo que había cobrado relevancia hacia fines de los 60 y la primera mitad de los 70 por su fuerte compromiso político y social, formando jóvenes comprometidos con la realidad. Además, en 1976, Néstor estaba inscripto en la cursada de la carrera Ingeniería Mecánica en la Universidad Tecnológica Nacional de Bahía Blanca.
El director de Cáritas Arquidiocesana de Bahía Blanca, Eduardo José Olmedo, indicó ante la Justicia: «Para el año 1972/73 y en vistas a la obtención de recursos genuinos, en un momento en que no se podían conseguir subsidios oficiales (y tampoco privados) Cáritas Arquidiocesana implementó un Departamento de confección de apuntes. Puntualmente, como se acababa de crear la Carrera de Psicología en el instituto Juan XXIII y su Biblioteca no tenía material bibliográfico actualizado, los profesores dictaban apuntes. En Cáritas un equipo de jóvenes estudiantes de secundario y primeros años universitarios escribía los esténciles y los imprimía en un mimeógrafo. La venta de los apuntes era un recurso genuino con el que se pagaba la cuenta de la farmacia, ya que los remedios que teníamos no alcanzaban a cubrir la demanda y había que comprar lo que no se podía conseguir con los laboratorios o con los visitadores médicos. En ese equipo, entre los que manejaban el mimeógrafo estaba Néstor Grill quien trabajó como voluntario desde 1972 hasta noviembre de 1976 cuando ‘al parecer’, el entonces vicario general, Monseñor Ogñenovich, decidió que Cáritas debía cerrarse».
Dos testigos
En una de las requisitorias para la elevación a juicio contra los oficiales de la Marina por delitos de lesa humanidad, la Justicia indicó sobre Grill: «Aún permanece desaparecido, sin que se haya acreditado su liberación, lo que sumado a las numerosas evidencias, tratamientos similares que recibieron otras víctimas, lo probado en el resto de las causas que tramitan en el país y en el extranjero, nos lleva a la conclusión que estando privado ilegalmente de su libertad, fue ejecutado por sus captores utilizando algunos de los medios y métodos de los que habitualmente se valían, ocultando luego su cadáver en procura de la impunidad de sus autores».
De acuerdo a la prueba recolectada, fue visto en cautiverio en el CCD Baterías por dos testigos junto a otros integrantes del grupo de jóvenes de Cáritas. Uno fue Eduardo Eraldo y otra Diana Silvia Diez, otra secuestrada e integrante del grupo, que falleció en los años 80. En su declaración, ella supo mientras estaba secuestrada en «Baterías» que Néstor estaba en esa sede y una mañana «escuché comentarios de la gente que estaba detenida, pudiendo identificar a Marta Mantovani entre ellos, que faltaban tres personas, es decir Néstor Grill, Gerardo Carcedo y Horacio Russin (…) Me expresaron que los habían sacado el martes por la noche y que temían por la vida de ellos por cuanto se los habían llevado a los tres juntos».
Por la vida de Grill se pidió en contadas veces. Entre otras causas agregadas al expediente contra los marinos figuran, luego de la denuncia de sus padres ante el Juzgado en lo Penal 1 de Bahía Blanca. Luego hay presentados entre 1977 y 1984 ocho habeas corpus, uno de ellos en La Pampa.
Documentos secretos
La Justicia Federal también agregó al expediente algunos documentos secretos que estaban en su legajo en los Archivos de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (DIPBA), la «Sección Política» de la Bonaerense. Allí en la Mesa «DS» («Delincuentes subversivos»), en el legajo 6.843 caratulado: «Secuestro a Néstor Rubén Grill (Bahía Blanca)» se adjuntan sus «antecedentes» en la ciudad portuaria.
Indica el expediente: «Habría integrado el grupo Cáritas Argentinas que dirigía el Padre Néstor Navarro, sito en calle Rodríguez Nº 78 de Bahía Blanca, dependiente de la Curia Eclesiástica, teniendo a su cargo el mimeógrafo con el que habría realizado trabajos para el Instituto Juan XXIII y encargos de estudiantes secundarios. Podría haber pertenecido a la JUP. Recientes interrogatorios lo dan como actuando con la imprenta de la OPM Montoneros o por lo menos ‘conocería actividades'».
La Justicia indica sobre esos datos que «resulta interesante esta última observación, pues se indica, en la planilla ‘antecedentes’, que los interrogatorios ocurrieron el 5 de noviembre de 1976, el día posterior a su detención. Es de hacer notar, a partir de los datos encontrados en el Legajo, que la DIPBA poseía informaciones sobre Néstor Grill el día después de su detención y, asimismo, que existieron interrogatorios, mediante los cuales se extrajo información sobre su militancia».
«Su único delito fue reclamar»
El sacerdote catalán Josep Torras, que tuvo a cargo la parroquia de Jacinto Arauz hasta 1971, y militó en el tercermundismo, compartió tareas pastorales con Néstor Grill. Desde España, en una entrevista sobre su paso por La Pampa, Torras recordó que «a Néstor lo consideré siempre como un hijo espiritual, junto a la parroquia corrieron sus mejores años de adolescencia».
El cura recordó: «Al ver que el muchacho despuntaba por su inteligencia creí que podía mandarle al seminario de Bahía Blanca. Posteriormente, el tipo de formación que allí daban no cuadraba con sus ideales, e ingresó en la Universidad».
Torras indicó: «En mi despacho parroquial tengo la imagen de Néstor. Su único delito fue denunciar una injusticia de su barrio de Bahía Blanca, lo pongo siempre como ejemplo a jóvenes de mi parroquia ya que supo ser cristiano de verdad y también como acusación a quienes creían matar en nombre de Dios».