ESTUDIANTES SECUNDARIOS – BOCHORNO. Larreta termina su carrera política persiguiendo a pibes y a sus padres
Comencé mi militancia cuando estaba en el colegio secundario y estoy muy orgulloso de ello. Vinculados primero a las Fuerzas Armadas Peronistas (FAP) de Envar «Cacho» El Kadri y contemporáneos de la formación de Montoneros, habiendo comenzado a militar antes del secuestro y ajusticiamiento del general Pedro Eugenio Aramburu, sentimos la desconfianza, no de los Desca(misados), a los que nos vinculamos voluntariamente, pero si de los Montoneros cuando, a fines de 1972, pasamos a integrar, junto a los Desca, su espacio. Es fácil de comprender: ellos no nos habían creado, existíamos antes de que ellos se dieran a conocer, y eso hacia que nos tuvieran desconfianza.
Tengo para mi que no hay militancia más idealista que la de los pibes del colegio secundario. Cuando son los sentimientos mas profundos los que reglan la conducta (lo digo hoy, cuando tantos pibes se creen vanguardia por seguir los arcaicos embelecos de Milei, que desea retrotraer a la Argentina a comienzos de siglo… del siglo pasado, ante de Yrigoyen y el voto universal de los machitos, que no de las mujeres), como regló la de Ramón «Moma» Cesaris, Carlos Guillermo «El Inglés» Ocampo, Enrique Osvaldo «Keny» Berroeta, Benjamin Issac «Pato Fellini» Dricas, Guillermo Pagés Larraya, todos ex militantes del Movimiento de Acción Secundario (MAS) y tantos otros compañeros más jóvenes de la UES que perdieron su vida en la lucha por la Segunda Independencia.
Escucho a la canalla de Victoria Villarruel (que nunca trabajó en relación de dependencia y siempre dependió del dinero de los personeros de la dictadura liberal y entreguista) justificar el via crucis y crucifixion de los pibes de la «Noche de los lápices»alegando que eran «combatientes montoneros» cuando no eran mas que simpatizantes de una organización que combatía armas en mano a una dictadura sanguinaria.
Porque, si puede alegarse que las organizaciones revolucionarias –y en particular el ERP– cometieron un error irreparable al continuar con la lucha armada después del 25 de mayo de 1973, cuando asumió la Presidencia Héctor Cámpora, nadie puede objetar razonablemente que se opusieran a la dictadura que se apoderó del poder el 24 de marzo de 1976, tal cual ordena, taxativamente la Constitución Nacional.
Todo esto viene a cuento de la infamia del alcalde cesante Horacio Rodríguez Larreta y su ridícula ministra de Educación Soledad Acuña, educada en Bariloche por conspicuos nazis como Priebke y carente de la más mínima empatía con quienes no fueron formateados en la adolescencia como ella sino en un ambiente de libertad como los pibes de los colegios que fueron nacionales y que Domingo Cavallo entregó al arbitrio de la ciudad portuaria.
La pretensión de penar a los padres de adolescentes que, cumplidos los 16 años, están en condiciones de votar (y de ir presos) es absurda. Y todo esto ocurre en momentos en que una candidata a la Vicepresidencia de la Nación dice burradas como que los adolescentes secundarios detenidos y torturados, algunos vírgenes y algunas violadas, serían «combatientes montoneros». Es verdad que esos chicos no fueron secuestrados tanto por pedir un boleto estudiantil como por ser seguidores de Montoneros, pero de ahí a que fueran miembros y combatientes de esa organización hay un largo trecho. Y ni ella ni su supuesto jefe político, Javier Gerardo Milei, jamás han dicho una palabra para alejarse de ese crimen infame. Esos chicos jamás fueron juzgados, como si lo fueron, con todas las garantias, sus verdugos, como el infame torturador y violador Beto Cozzani, al cual Victoria Villarruel visitaba en prisión.
El lamentable final político de Larreta: Perseguir y demandar a Estudiantes menores de edad
La polémica medida del GCBA: Demanda millonaria a familias por toma estudiantil. La decisión de Horacio Rodríguez Larreta de exigir compensaciones económicas a estudiantes y sus familias tras protestas en la Escuela Manuel Belgrano ha generado un fuerte rechazo. Analizamos el impacto de esta polémica acción en el ámbito educativo y los derechos estudiantiles.
REDACCIÓN EN ORSAI
El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) y perdedor de las PASO en Juntos por el Cambio, ha interpuesto una demanda por aproximadamente 2,7 millones de pesos contra una familia relacionada con la toma estudiantil llevada a cabo hace un año en la Escuela Superior de Educación Artística (ESEA) Manuel Belgrano, situada en el barrio de Barracas. Esta situación se desencadenó después de que Juana, una de las alumnas del establecimiento, denunciara públicamente que su madre recibió una carta documento notificando la demanda por presuntos «daños y perjuicios» ocasionados durante la ocupación del colegio en octubre del año pasado.
La demanda, que lleva la firma de la abogada Valeria Patricia Ale y del director general de Responsabilidad y Contrataciones del GCBA, Daniel Mauricio Leffler, se dirige específicamente a Brenda, la madre de Juana, sosteniendo que ella era la adulta responsable de la alumna cuando se llevó a cabo la toma del colegio ubicado en Wenceslao Villafañe al 1400.
Juana, en un acto de transparencia, compartió en sus redes sociales videos y detalles de las acciones realizadas durante las jornadas de toma, las cuales incluyeron tareas de mantenimiento y limpieza. Sin embargo, la familia ha optado por no hacer más declaraciones en este momento, prefiriendo evaluar con el apoyo de un abogado los pasos a seguir en el marco de la causa.
Una locura… pic.twitter.com/fxVb2fRcLu
— En Orsai (@EnOrsai) September 25, 2023