LOS SANTOS VIENEN MARCHANDO ¡EN PATOTA! Espiridión, Otilia, Francisco de Asís, Franco Lippi, Eulalia y Leocadia.
Abelardo Santiago se puso al día con el santoral. A mi, viejo lector de Vidas ejemplares, los santos me causan un poco de gracia. Pero espero que mañana infundan pavor como lanceros de Pincén entre los fortineros.
14 de diciembre
Espiridión
dar un ojo de la cara con tal de no caer en la idolatría, lo que efectivamente ocurrió durante la persecución del emperador Maximino, cuando lo dejaron tuerto, le cortaron el tendón de la rodilla izquierda y lo condenaron a trabajar en una mina.
Espiridión se despertó antes del alba y descubrió la masacre. Moviéndose con sigilo en la oscuridad de la noche, se acercó a las mulas y a tientas volvió a colocarles las cabezas. Fue así que Espiridión causó sensación en Nicea al entrar a la ciudad montando una mula blanca de cabeza marrón.
Patrono de Corfú y Dalmacia y protector de los huérfanos, como ya se ha dicho, es invocado contra las inundaciones.
13 de diciembre
Otilia
Patrona de los ciegos, los ópticos y los oftalmólogos, se la invoca contra la conjuntivitis y la miopía.
Comparte su día con Lucía, hermosa doncella de Siracusa que, entregada en cuerpo y alma a Cristo, rechazaba a todos sus pretendientes. Uno de ellos no tuvo mejor ocurrencia que reprocharle la belleza de sus ojos, de los que se había enamorado perdidamente. Entonces Lucía se los arrancó, enviándoselos al joven en un plato.
El joven dejó de importunarla y Lucía recibió de la Virgen María otro par de ojos, aún más bellos, razón por la que es invocada contra la ceguera.
12 de diciembre
Francisco de Asís
Su inusual comportamiento no acabaría ahí. Rezaba en una iglesia cuando escuchó a la imagen del Crucificado decir: “Reconstruye mi casa caída”.
Alguna clase de afección mental inducía a Francisco a tomar todo
al pie de la letra, por lo que se puso de inmediato a reconstruir el edificio. Mas no era eso lo que el Señor reclamaba de él; pronto le quedó claro cuando sostuvo una violenta discusión con su padre debido al dinero que estaba gastando en reconstruir la iglesia y a su nueva costumbre de intercambiar ropas con los mendigos. Su padre lo acusó de estar robando su dinero y Francisco se quitó las ropas, las arrojó hacia su padre y se marchó desnudo y sin un céntimo. Pronto se colocó calzoncillos, y una sencilla túnica con un ceñidor de cuerda, pero juró no volver a poseer dinero nunca jamás.
Su relación con los cerdos, en cambio, era más distante. Cuando en una ocasión un cerdo mató a un pequeño cordero a mordiscos, Francisco lo maldijo y al cabo de tres días, el cochino murió.
Su afán de penitencia era extraordinario. Pocas veces comía algo cocido y bebía únicamente agua. Se flagelaba sin compasión y con tal ímpetu que pronto su ejemplo fue imitado por numerosos jóvenes de la localidad, deseosos de sufrir y andar andrajosos por las calles para así mejor servir a Dios.
El astuto cardenal Colonna, sin embargo, persuadió al Santo Padre de la inconveniencia de rechazar a un fanático dispuesto a imitar la vida de Jesús, autorizándosele entonces a predicar la penitencia por el mundo, lo más lejos posible del Vaticano.
En 1226, prácticamente ciego y muy enfermo, luego de escribir su Canción para el hermano Sol, recibió alegremente a la hermana Muerte.
Contraviniendo su deseo de ser enterrado en el cementerio de indigentes –hubiera sido demasiado–, su cuerpo se conserva como reliquia en la rica basílica de Asís que lleva su nombre.
Más que un organizador religioso, Francisco fue un héroe carismático capaz de predicar a los animales, establecer un pacto con los lobos, conversar con los musulmanes, instituir la tradición del pesebre navideño y, durante su retiro en el monte Alverna, recibir en su cuerpo los cinco estigmas de Cristo.
11 de diciembre
Franco Lippi
Desde que la mismísima Virgen le ordenó hacer penitencia pública por los escándalos que había provocado en Siena, comenzó a recorrer las calles flagelándose vestido de harapos. Si bien su mala reputación no se había olvidado, a su muerte el pueblo lo reconoció como santo de gran austeridad. Sin embargo, su culto fue confirmado recién cuatrocientos años después. Tantos habían sido sus pecados.
10 de diciembre
Eulalia
Mártir, hacia 292 – 304
El gobernador intentó razonar con ella, mostrándole todos los instrumentos de tortura. Y le dijo: «De todos estos sufrimientos te vas a librar si le ofreces este pan a los dioses, y les quemas en sus altares este poquito de incienso». Mas Eulalia lanzó lejos el pan, echó por el suelo el incienso y respondió temerariamente: «Al sólo Dios del cielo adoro; a Él únicamente le ofreceré sacrificios y le quemaré incienso. Y a nadie más».
Daciano mandó que la golpearan con varillas de hierro, desgarraran sus tiernos pechos y los abrieran con garfios sus virginales costados, hasta llegar a los huesos, y sobre sus heridas colocaran antorchas encendidas.
Todo lo que se le escuchó decir fue: «He aquí que escriben Tu nombre en mi cuerpo. ¡Cuán agradable es leer estas letras, que señalan, oh Cristo, tus victorias! La misma púrpura de mi sangre exprimida habla de tu santo nombre».
Tan abstraída estaba Eulalia contando sus heridas, que no advirtió que su hermosa cabellera se prendía fuego, pero la ardiente fe de la niña fue más viva que las llamas, que ni siquiera pudieron destruir su cuerpo.
Milagrosamente preservados por una oportuna nevada, sus despojos mortales fueron subrepticiamente rescatados por anónimos y piadosos cristianos de la localidad y hoy descansan en la catedral de Oviedo.
Publicado por Abelardo Santiago en 12:49 No hay comentarios:
9 de diciembre
Leocadia
Virgen y mártir, m. hacia 305
Sangrando por sus muchas heridas, fue arrojada a un calabozo, donde con su sangre dibujó una gran cruz en la pared antes de echarse a sus pies y expirar, para la mayor gloria de Dios.
Patrona de Toledo, es invocada contra la peste.