GENOCIDA Y VIOLADOR. Murió en Tucumán el coronel Paz Zavalía
Desde Yerbabuena, Tucumán, el Tano Vicente Guzzi, ex director de Radio Universidad de Tucumán, informa a través de Facebook que:
En las últimas horas del martes pasado murió en Tucumán (pero nó en una cárcel común como hubiera correspondido) el coronel retirado Miguel Alfredo Paz Zavalía, ex segundo jefe del regimiento 19 de Infantería, en 1975 y 1976, y ex jefe del grupo de tareas «Aconquija»… Este grupo de secuestradores tuvo su zona de influencia en Santa Lucía y Caspinchango (Monteros), dos poblaciones del sur de la provincia, en la zona pedemontana, arrasadas por los milicos represores, torturadores, genocidas y robaniños, que secuestraron y desaparecieron familias enteras…
Paz Zavalía, un tipo completito en cuanto a perversión humana, estaba procesado por crímenes de lesa humanidad, incluyéndose entre estos, «violación de domicilio, privación ilegítima de la libertad y tormentos, tormentos seguidos de muerte y homicidio calificado en reiteradas oportunidades, robo y violación».
Para tener una idea del cinismo de este infame, baste señalar un párrafo de lo que afirmara en la declaración indagatoria: «nosotros concurríamos a las casas de las personas en Santa Lucía para contenerlas, mantenerlas tranquilas, e informarles que no íbamos contra la población, que no pongan en peligro a sus hijos, y que no anden por los senderos ya que una patrulla militar los podía detener…» ¿Qué tal…?Católico practicante y chupacirios consumado, eso sí, Paz Zavalía es otro represor que se muere sin haber sido sometido a juicio, por culpa de los intríngulis burocráticos, por la lentitud de la justicia, y porque en las estructuras jerárquicas tribunalicias existen todavía, y muchos, funcionarios que fueron cómplices de la dictadura genocida que asoló nuestro país desde marzo de 1976…
Ojalá no se cumplan los deseos expresados en algunos avisos fúnebres publicados hoy en el diario La Gaceta: «descanse en paz, coronel…», porque todavía hay miles de argentinos que no pueden descansar en paz y que todavía no han podido recibir una sepultura digna, por su condición de desaparecidos y enterrados quién sabe dónde…