NARCOTRÁFICO. Guillermo Moreno señaló como uno de los principales lavadores a Eduardo Elzstain / Acerca de la Jabad Lubavitch, la cofradía a la que pertenece

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A pesar del título, no me dedicaré en este post a la persona de Eduardo Elzstain, sino a la organización a la que pertenece, o tributa, o a la que está asociado, según se prefiera, Jabad Lubavitch, la misma en cuya sinagoga central, en Brooklyn, Nueva York, la policía y el FBI encontraron misteriosos pasadizos secretos con rastros de que allí habían estado niños de corta edad.

«Te lavan el cerebro’, ‘trafican drogas’, ‘son una secta’, ‘se hacen ricos de la noche a la mañana’, ‘seducen a los adolescentes con viajes a Estados Unidos’. Por lo bajo, es mucho lo que se dice de los Lubavitch. Pero ¿quiénes son realmente estos judíos ortodoxos de sobretodo negro y barbas largas, cada día más visibles en distintos ámbitos de todo el país? En apenas treinta años, Jabad Lubavitch vivió una expansión fenomenal: pasó a tener a lo largo de la Argentina 33 centros comunitarios, 16 escuelas, instituciones educativas no formales, fundaciones de asistencia social, una editorial, 700 empleados y cientos de voluntarios. El movimiento llega hoy a unas 45 mil personas, un cuarto de la población judía local. En una época en la que la práctica religiosa tiene cada vez menos peso, los Lubavitch son la corriente ortodoxa de mayor crecimiento en los últimos años. Con una mirada honesta y desprejuiciada, Alejandro Soifer revela, por primera vez, a través de testimonios y de su propia experiencia, cuáles son los objetivos y los métodos de este grupo, sus modernas estrategias de marketing y de cooptación de seguidores, sus vínculos con los sectores más poderosos del país. Una crónica atrapante de cómo funciona por dentro un movimiento que despierta fascinación y al que muchos consideran ‘fanáticos’, pero que día tras día atrae más jóvenes a sus filas».

Tal es la presentación, la «venta» que aparece en la página de la prestigiosa Librería Hernández del libro Los Lubavitch en la Argentina, de Alejandro Soifer (Sudamericana, 2010). Un libro, por lo que poco que se, muy poco crítico de la organización de marras, llámese congregación, fundación o secta, según se prefiera.

 

Tapa del libro LOS LUBAVITCH EN LA ARGENTINA

 

No hace falta ser psicoanalista para advertir que ya de movida en esa presentación se acusa el impacto de la aquilatada fama de «los hombres de negro» (las mujeres poco y nada cuentan, al menos en la vida pública) de estar vinculados a todo tipo de tráficos ilícitos y el lavado del dinero por ellos producido.

A fines de 2004, el periódico comunitario La Voz y la Opinión (antes llamado La Voz de Israel) publicó una nota con el título «De eso no hablamos» en la que se dio cuenta de que «dos religiosos de Jabad Lubavitch fueron detenidos en dependencias de la Policía Federal, acusados de tenencia y trafico de estupefacientes» para concluir que «En nombre del altísimo, ‘todo lo pueden’, traficar drogas, diamantes, mentir. Agredir, ultrajar y difamar como el mejor de los ateos, y tirar la basura bajo la alfombra para ocultar la verdad de estos y otros hechos».

Por esa misma época yo escribía mi libro Narcos, banqueros y criminales (subtitulado «Armas, drogas y política a partir del Irangate. La conexión panameña de los atentados de Buenos Aires») en el que creo haber demostrado el vínculo de los bombazos contra la Embajada de Israel y la DAIA-AMIA con «mexicaneadas» en el lavado de dinero proveniente del tráfico de armas y drogas, faena en la que participaban banqueros y empresarios judíos y también sinagogas e instituciones de la kehilá de la Costa Este de los Estados Unidos.

 

 

No hace todavía dos años que el director de La Voz y la Opinión, Daniel Schnitman, publicó el libro AMIA: La traición. La punta de la verdad que falta (Servicoop, 2022) del que transcribimos parte de sus paginas 62-64:

 

El Banco Mayo (cuyo presidente era Raúl Beraja, también presidente de la DAIA al cometerse el atentado) fue vaciado en el marco de una de las operaciones mañosas más grandes de la historia. Fueron estafados miles y miles de ahorristas. El dinero se desviaba a fondos buitres en las Bahamas. Resulta ocioso mencionar a esta altura que el Estudio Zang, Bergel y Viñes hizo la ingeniería financiera del vaciamiento. Una empresa denominada Newside SA, terminó comprando 19 hectáreas en un dique de Puerto Madero. ¿Con qué dinero? Nada menos que con una parte de los ahorros robados a los ahorristas en las mesas piratas del Banco Mayo.

Las actividades de esta sociedad de ladrones de alta escuela son tan diversas, que van desde agencias de turismo, financieras, bancos, empresas de energía, empresas de Internet, empresas de tarjetas de crédito, sociedades que pueden ser como bancos o entidades financieras sin serlas, desarrollos inmobiliarios, sociedades de bolsa, fondos comunes de inversión, negocios de hotelería , explotaciones agrícolo-ganaderas, emisión de obligaciones negociables, créditos de consumo, asesoramiento sobre distintos instrumentos y estrategias de inversión, emisión de deventures, administración de fondos de terceros, consignaciones y gestiones de negocios, otorgar y recibir todo tipo de garantías y/ o avales y realizar financiaciones con o sin garantía, ejercer mandatos, sociedades de seguros, sociedades de inversión, compra venta de cualquier tipo de inmueble. O sea: encajan perfectamente en la definición de Mafiosos de Guante Blanco.

 

 

La relación que mantiene este gang (banda, pandilla) con los Jabad Lubavitch encaja en la definición de lo que es “protección sacra” de todos los negocios ilegales que realizan y que precisamente por hacer ese trabajo, que es vender un manto de protección espiritual y hacer creer al resto del mundo que son religiosos e incapaces de perjudicar a terceros y al Estado, reciben importantes “subsidios” al igual que hacían en tiempos anteriores los proxenetas de la Tzvi Migdal, que efectuaban importantes donaciones, con dineros provenientes de las actividades que realizaban, que no eran sacras precisamente.

A partir de eso le pregunto a Tzvi Grumblat (casualmente tiene igual nombre que la Tzvi Migdal, ¿será coincidencia?):

¿Rebe Grumblat, es de judíos echar a la gente de sus hogares?

¿Rebe Grumblat, es de judíos rematarles la casa a los gentiles que no pueden pagar las cuotas de sus créditos indexados de manera usuraria y que se tornan impagables?

¿Rebe Grumblat, es de judíos hacerse rico con los dineros del Estado en privatizaciones escandalosas? ¿Rebe Grumblat, es de judíos armar sociedades anónimas con la inicial BH (Schnitman se refiere a as siglas de Baruj Hashem, en hebreo «Bendito sea el nombre ( de Dios)», y recuerda que Cristóbal Colón firmaba sus cartas al final con esas iniciales) para cederle la deuda de estos infelices ex propietarios de la vivienda única?

¿Rebe Grumblat, es de judíos prestar plata a interés usurario?

¿Rebe Grumblat, es de judíos estafar a la Comisión Nacional de Valores haciendo subir y bajar el precio de las acciones de sus empresas a piacere?

¿Rebe Grumblat, es de judíos hacerse dar trescientos millones de dólares para no devolverlos nunca, por empleados de IRSA que están ocupando cargos públicos?

¿Rebe Grumblat, es de judíos repartirse utilidades por más de diez millones de dólares de empresas que deben más de mil doscientos millones de dólares?

¿Rebe Grumblat, es de judíos poner en directorios de empresas del estado a personas que van reñidos con la ética, la moral y con intereses contrarios para los que han sido designados?

 

Amistades peligrosas. Javier Milei con el rabino Grumblat

 

¿Rebe Grumblat, es de judíos establecerles el precio de la energía a los pobres y poner transformadores viejos y cancerígenos?

¿Rebe, es de judíos hacerse millonarios en tan poco tiempo, hacerse dueños de la Argentina?

¿Rebe, es de judíos poner de Presidente del IVC a un lacayo (Apelbaum) para poder hacer negocios con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y con Macri?

¿Rebe, es de judíos poner plata en todas las patas de las campañas políticas para estar bien con todos?

¿Rebe, es de judíos coimear a una ministra de economía de un país?

¿Rebe, es de judíos permitir que por medios ilegales se queden con las acciones del BHSA que posee el Estado?

¿Rebe, es de judíos permitir con sus actos que ignotos antisemitas se llenen la boca, y también páginas de diarios y de publicaciones de Internet diciendo verdades que son irrefutables, donde confunden o mezclan a la colectividad judía en general?

Rebe, ¿es de judíos lavar dinero?

Rebe, ¿cómo es que usted vive en un departamento que cuesta más de 500.000 dólares?

Rabino: no le pregunto siquiera si es de buenos judíos, sino simplemente de judíos. Usted Rabino, hace como lossi Turk (N. del E.: rabino de la congregación en Córdoba) y mira para otro lado pensando que mientras vengan las donaciones no importa el origen de las mismas ni adónde nos llevan estos mañosos de cuello blanco.

Rabino Grumblat: infiero que usted y Jabad Lubavitch son parte de la mafia, ya que el silencio y la legitimación de sus actos lo hace cómplice de ella.

**

 

Hasta aquí Schnitman. Hay cosas que se me escapan pues no estoy tan enterado como él de las internas de «la cole», pero ya a finales del siglo pasado sabía «de la boca del caballo» que no era Alfredo Yabrán quien introducía cocaína en los Estados Unidos, sino un socio suyo, un poderoso empresario judío que contaba con la venia tanto de la CIA como del Mossad. Prerrogativa de la que ya había gozado antes el narcotraficante boliviano Roberto Suárez Gómez, según narró con todo lujo de detalles su viuda, Aida Levy.

Nunca jamás escribí sobre el asunto pues, a pesar de mi certeza, carecía de pruebas.

Lo digo a cuento de que o bien Guillermo Moreno no está en sus cabales, o bien sus acusaciones a Eduardo Elsztain están fundamentadas y él es un hombre muy valiente, casi temerario.

En este caso, nuestro presidente, un hombre emocionalmente frágil, está prisionero de una mafia internacional lanzada al saqueo de nuestras tierras, aguas y demás recursos naturales.

 

 

 

 


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