En España acusan a los de Podemos de populistas, de kirchneristas y aún de peronistas. Tienen como referente teórico al recientemente fallecido Ernesto Laclau (por favor, no pronunciar «lacló») y a su viuda, Chantal Moufee y como tantos lo hacemos aquí, buscan una vía de crecimiento con inclusión hasta tanto escampe y se encuentre alguna manera de dejar atrás el capitalismo destructor. Que es algo que nadie sabe cuanto habrá de suceder, por lo que nos encontramos, ellos y nosotros, en la misma posición: como esperando al Mesías. JS

JORGE ALEMÁN:

Sobre las nuevas izquierdas europeas

PABLO E. CHACÓN / TÉLAM

El psicoanalista, escritor y agregado cultural de la embajada argentina en Madrid, Jorge Alemán, describió a grandes rasgos el impacto inmediato del triunfo de Syriza en Grecia y las altas posibilidades de Podemos en España, la posible articulación de esas formaciones con fuerzas afines en América Latina y la incertidumbre que todavía planea sobre los programas políticos emancipatorios.

Alemán es autor de numerosos libros y compilaciones y es analista miembro de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis (ELP), de la Escuela de Orientación Lacaniana (EOL) y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP).

Esta es la conversación que sostuvo con Télam. En la foto que se acompaña, Alemán está por Chantal Mouffe, viuda de Ernesto Laclau, e Iñigo Errejón, teórico de Podemos, que en marzo estará en la Argentina (N. del E.: No tengo tiempo de buscarla).

T : ¿Es posible mensurar el triunfo de Syriza en Grecia a pocos días de la asunción de su jefe? ¿Qué puede decir al respecto?

A : Aun siendo muy rápido para evaluar la valiente y osada posición del gobierno griego, creo que se puede admitir que la misma implica una seria interpelación con respecto a lo que se constituyó bajo el nombre de Unión Europea, una estructura que siempre encubría los distintos modos en que el capital financiero organizaba la vida política de la misma. Lo que está en juego en la apuesta griega es una pregunta por otra Europa, distinta a la de los partidos a derecha y al centro que se repartían el espacio del consenso y la ultraderecha que jugaba como amenaza que afianzaba el caracter conservador de los mismos. En Grecia está en el gobierno una izquierda que interrumpe definitivamente el relato de la globalizacion y el fin de los estados-nación, y que incluye la cuestión de la soberanía como un asunto de primer orden para la izquierda. A su vez, vuelve a surgir una pregunta sobre el papel de Alemania, después de lo acontecido en la segunda guerra mundial, y su claro dominio en la zona euro.

T : ¿Cómo impacta el triunfo de Syriza al interior de Podemos, y en Europa en general?

A : Toda la derecha, y lo que podríamos llamar la izquierda neoliberal, espera el fracaso de Grecia para retornar al status quo de la Unión Europea y sus instituciones evaluadoras y supuestamente reguladoras.

T : ¿Qué coincidencias puede haber entre esas formaciones y las nuevas izquierdas latinoamericanas?

A : Simplificando mucho, hay intelectuales que por distintas tradiciones teóricas sueñan con un acuerdo como núcleo último de sentido; y otros que se conciben a sí mismos como muy radicales, que se sostienen en el desacuerdo irremediable y se refugian en la filosofía, en la ética o en la estética; y por último, la izquierda populista, el gobierno griego y Podemos, que intentan un saber hacer con el desacuerdo irreductible que habita el corazón de cualquier construcción social. La influencia de Ernesto Laclau en esta definición es de una importancia sin precedentes en la historia del pensamiento político.

T : ¿Es posible, o deseable, salirse de la hegemonía mediática y crecer políticamente?

A : Deseable, seguro lo es. Posible, no hay nada que lo confirme de entrada, sólo el surgimiento de una voluntad colectiva distinta a la llamada psicología de las masas donde los intelectuales abandonan su posición tradicional y se vuelven articuladores.

T : ¿Cómo armar una política emancipatoria, aún ganando una elección, bajo el discurso del capital?

A : No se sabe, y menos cuando no se puede nombrar la salida del discurso capitalista. Pero siempre se pueden intentar distintas superficies de inscripción de prácticas emancipatorias contingentes.