Respuesta del canciller Timerman a una insolente nota de Adepa
Clarín, Clarinada, ya desde sus orígenes, Clarín fue judeófobo. A mi juicio, lo central es lo que está en rojo. Nadie dice «el canciller católico», ni «el canciller budista», ni «el canciller ateo». JS
No obstante lo cual contesto su comunicado y afirmo que el dedo acusador con el cual pretenden señalarme debería, si fuese legítimo, señalar a quienes, en verdad, utilizan los productos que comercializan para insultar y descalificar a quien le escribe.
En efecto, día a día se publican falsedades sobre mis actividades e inclusive se inventan declaraciones y escritos que jamás he realizado. Inclusive, utilizan a humoristas como parte de su campaña difamatoria confundiendo humor con información.
Al revés que lo que hizo usted de señalarme sin aclarar en que consiste la molestia que usted expresa en nombre de los empresarios que representa, yo sí le voy a dar dos ejemplos que uno de sus miembros ha realizado y que su Cámara no sintió la obligación de llamar la atención sobre tal inconducta.
En Marzo pasado, la empresa Clarín se convirtió en el primer miembro de su Cámara en ser cuestionado por organizaciones internacionales por haber tolerado numerosos ataques a mi persona por mi condición de practicante de la religión Judía. También, la Comunidad Judía manifestó su repudio a tales ataques y presentó una querella judicial ante la gravedad de los hechos.
Hace más de una semana la misma empresa, a través de su diario Clarín, volvió a mostrar su intolerancia hacia mi práctica religiosa llamándome «el Canciller judío Héctor Timerman». Como usted sabe, o debería saber, soy el Canciller Argentino. No conozco ningún diario del mundo, salvo los pasquines antisemitas, que haya llamado cancilleres judíos a Henry Kissinger o al austríaco Bruno Kreisky.Ni siquiera los cancilleres israelíes son así llamados por la prensa responsable y democrática.
Hasta la fecha no he recibido de parte de su Cámara ningún indicio de interés en este tema. Sin embargo, no me extraña. Todavía estoy esperando que ADEPA denuncie a la dictadura, en serio, por el secuestro de mi padre y la expropiación de su diario La Opinión que les solicitó mi madre en 1977 el mismo día en que ocurrieron esos hechos. ¿La intolerancia de Clarín será protegida por el mismo silencio?». (Télam).-