SIRIA -TERROR YIHADISTA: Secuestro masivo de mujeres y niñas alauitas para la esclavitud sexual
El régimen del HTS emula los crímenes que cometió el Estado Islámico contra las yazidíes
El Occidente colectivo, un orbe cada día más encanallado —como diría Rudyard Kipling— guarda silencio sobre los desmanes del HTS, los yihadistas que se han hecho con el control de Siria, con la ayuda de Turquía, Israel y el Estados Unidos de Biden, aprovechando la debilidad de los aliados de Damasco, implicados en otras guerras.
Sólo los medios iraníes, y los kurdos iraquíes se han hecho eco de la investigación del corresponsal en Siria de The Cradle, el digital que cubre la geopolítica de Asia Occidental, del cual es columnista habitual el conocido analista Pepe Escobar. The Cradle ha dado visibilidad al drama de los familiares que, desafiando las amenazas de «las nuevas autoridades» como las denomina el Occidente canalla, buscan desesperadamente a hijas —algunas son niñas de tan sólo 3 o 5 años— hermanas y esposas secuestradas y desaparecidas. No es exagerado suponer que las niñas tan pequeñas sean destinadas al comercio clandestino de órganos, ya que hay antecedentes del Estado Islámico —del cual el HTS es heredero— registrados en conversaciones de negociación de la venta de una niña yazidí de 11 años: «Te dije 45.000 dólares desde el principio. Sé lo que pagan en Raqqa. Te dije que en Turquía pagarían 60.000 o 70.000 dólares y le extraerían los órganos a la niña».
Un digital ruso, por su parte, publicó que «según información de los lugareños, hay prisiones especiales para las alauitas secuestradas, que permanecen allí para su posterior reventa como concubinas esclavas. Hasta la fecha, se ha establecido toda una red de prisiones de ese tipo en Hama [en el centro del país, a 50 km de Homs y 150 km de Alepo] e Idlib, que contienen más de 50 mujeres y niñas secuestradas». En Telegram se crean grupos cerrados, donde se comercia con las víctimas, agrega la publicación rusa, que finaliza con un irónico «Bienvenidos al nuevo país sirio de comercio de esclavos».
Desde diciembre, cuando el antiguo grupo afiliado a Al Qaeda, Hayat Tahrir al-Sham (HTS), derrocó al gobierno de Bashar al-Assad, Siria ha sido testigo de una escalofriante ola de misteriosos secuestros de mujeres jóvenes, predominantemente de la comunidad alauita, dice el corresponsal de The Cradle en Siria. Hay pruebas de que estas mujeres han sido secuestradas y llevadas a vivir como esclavas sexuales en la provincia de Idlib, el bastión tradicional de HTS, por facciones armadas afiliadas al nuevo gobierno sirio, dice el digital. Las nuevas fuerzas de seguridad de Siria dirigidas por el HTS han incorporado a sus filas a grupos extremistas armados, incluidos uigures del Partido Islámico de Turkestán (TIP) y turcomanos de facciones del Ejército Nacional Sirio (ENA) respaldado por la inteligencia turca, desde que llegaron al poder en Damasco.
Una mujer activista siria, Hiba Ezzedeen (foto), que vive en la zona de Idlib, denunció a través de Facebook la presencia de mujeres alauitas secuestradas en la región costera del país. La respuesta del gobierno del HTS fue emitir una orden de arresto contra Hiba Ezzedeen, de la cual no ha vuelto a saberse.
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