¿TONTERÍAS? Parecen serlo pero no lo son: Los perros de Milei / El monumento a la bandera / Milei no puede seguir siendo Presidente
Los símbolos son importantes. Milei pasó treinta años sin relacionarse con sus padres abusivos, con solo un par de amigos de los cuáles se distanció. Nunca tuvo pareja o novia conocida (para aventar rumores, la diputada Lilia Lemoine salió a decir que ella salió unos dos meses con él y que a pesar de su ruptura, lo sigue adorando… lo que intriga respecto a con quien practicaría el sexo tántrico… recordemos que gracias (?) a esta técnica dijo experimentar un orgasmo recién cada tres meses). Dice su biógrafo que paso muchas nochebuenas y años nuevos en la sola compañía de su perro Conan. Y que trató –y dice que logró– comunicarse con él después de que muriera. Como todo el mundo sabe Milei encargó –a un alto costo económico– clonar a Conan y hacerse con cinco réplicas una de las cuales murió enseguida. Los canes, cuyas efigies decoran el bastón de mando presidencial, también es sabido, todos machos, perdieron su instinto de jauría durante la pandemia, por lo que debieron ser tratados como fieras para que no despedazaran entre si. También es sabido que la única obra pública que Milei no discontinuó fue la construcción de caniles en la residencia de Olivos, pero lo cierto es que los perros nunca llegaron allí y se está corriendo la bola de que han muerto. No lo sé, pero si sé que los animales clonados suelen tener graves déficits en su sistema inmunológico. La novedad fue echada a rodar en el programa Argenzuela, conducido por Jorge Rial y con Mauro Federico, y hoy la veo escrita en la notita que transcribo a continuación. Me parece que no da para reírse: Milei sigue hablando de sus «hijitos de cuatro patas» como si nada. Y si en verdad han muerto, eso trasuntaría a mi entender un grado de locura similar a la de Jack Torrance, el escritor encarnado por Jack Nicholson en el film «El Resplandor», ese que pasaba horas escribiendo sin parar la misma frase (en la versión que vi en España era «No por mucho madrugar se amanece más temprano»). Si es cierto, estamos en una nave, la Argentina, conducida por un demente que a todas luces, además es resentido y muy malvado.
En mi opinión, y sin esperar a un análisis de lo que ha dicho y hecho frente a escolares. Milei no puede seguir siendo Presidente. Y no sólo porque acaba de tratar de asesinos a los legisladores/ratas que aprobaron la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo). Señores legisladores, háganse cargo, y en primer lugar y de manera urgente, abroguen el DNU que le da cobertura a todas sus barbaridades.
Dicho sea esto con todo respeto a Conan el Bárbaro de la ficción, y aun al homónimo perro muerto, que estoy seguro que nunca hizo barrabasadas de este calibre.
Yapa: en torno al monumento a la bandera.
¡Confirmado! Los perros de Milei ya son imaginarios
Una fuente con acceso a la Quinta de Olivos nos confirmó que los polémicos perros clonados de Milei son a esta altura imaginarios. Los caniles construidos ad-hoc en la quinta presidencial y sirvieron como excusa para que el presidente ejerciera por casi un mes, el cargo desde la suite del Hotel Libertador. Ver El escandaloso fraude de la estadía de Javier Milei en el Hotel Libertadoren donde mantuvo infinidad de reuniones con poderosos personajes de Argentina y el exterior sin cumplir con los requisitos protocolares de registro obligatorio que rigen en la mansión oficial.
Pero vayamos a los perros. Según información a la que pudimos acceder, cuando Javier Milei se instaló en el Hotel Libertador, sólo quedaban con vida dos clones, Murray y Lucas que ya mostraban avanzados signos de deterioro cognitivo y motriz, y habrían fallecido antes de que ganara las elecciones presidenciales. Ante esta noticia, Milei se habría negado a aceptar la muerte de “sus hijos de cuatro patas” y siguió adelante como si nada hubiera pasado.
Pero lo que encendió las luces de alarma, fue a extensa nota que hizo al respecto The Wall Street Journal para la cual el medio pidió imágenes actuales de los mastines, a lo que Milei respondió: “Yo tengo fotos, pero no las muestro”. Esto nos llevó a investigar la verdad sobre los perros del presidente, hasta encontrarnos con la preocupante noticia de que los mastines nunca estuvieron en la Quinta de Olivos, cómo tampoco en ninguna de las guarderías habilitadas para contener animales de semejante porte.
¿Quien es el presidente?
Este hecho pone en evidencia que la mitomanía (en el mejor de los casos) forma parte de una realidad alternativa que el presidente argentino se ha construido para sobrellevar los hechos que están fuera de su control. Cabe preguntarnos entonces. Si unos perros que condicionaron su mudanza no existen ¿cuantas cosas más de las que el presidente considera reales y condicionantes, están sólo en su imaginación?
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Aunque aquel invierno del 2000 en que fui efímero director de El Ciudadano fue tan frio como movido, me acuerdo con mucho cariño del diario y de sus trabajadores, a quienes traté de proteger de despidos y garantizar que cobrasen sus sueldos en tiempo y forma. Sigo simpatizando con su perfil, su estilo. Y me gustó mucho su tapa de hoy. Y es que mientras su adorado Trump es un nacionalista a ultranza, Milei odia todo lo que huela a patria. Y casi el mismo tiempo que nos enteramos de sus embestidas contra Télam, el Incaa y el cine nacional, y de la sustracción de los hoteles costeros adyacentes a la residencia presidencial de Chapadmalal al turismo social de los niños de las clases trabajadoras, nos llega esta noticia como guinda de un postre envenenado.
PS: Otra explicación al misterio: