UNO + UNO = DOS. Paul Singer, detrás del lobby proisraelí en Washington

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El titular del fondo buitre que litiga contra Argentina financia a un grupo de presión que defiende la guerra.

El Aipac logró que el Senado evitara siquiera mencionar a los muertos civiles palestinos

POR FACUNDO F. BARRIO / PERFIL

En los Estados Unidos, el lobby es una práctica natural en el Congreso y la Casa Blanca. Los grupos de presión no son mal vistos y de hecho se los acepta como una prolongación del sistema político. Uno de los más influyentes es el lobby proisraelí, cuya nave insignia es el American Israel Public Affairs Committee (Aipac), por estos días dedicado a promocionar la ofensiva de Israel sobre la Franja de Gaza. Uno de los principales financistas de la organización es un personaje ya famoso en la Argentina: Paul Singer, titular del fondo buitre NML Elliot. 

CEDOC PERFIL INVERSOR. El titular de NML Elliot también destinó millones a boicotear negociaciones con Irán.

El Aipac desarrolla una activa campaña a favor del derecho a la autodefensa de Israel en su conflicto con las milicias palestinas de Hamas. Entre otras cosas, sus lobbistas en el Capitolio lograron días atrás que el Senado estadounidense aprobara por unanimidad una resolución de apoyo al operativo militar israelí en Gaza, en el que no hubo ninguna mención a la muerte de civiles.

«Recordemos que ninguna aventura militar de los Estados Unidos tuvo el apoyo de los cien senadores en décadas –opinó al respecto el analista M. J. Rosenberg, observador sobre Medio Oriente del Huffington Post, ex miembro del Aipac y ex asesor de senadores demócratas–. Pero aquí se trata de Israel. Y, más importante, se trata del Aipac. Y de su dinero».

En un extenso artículo publicado la semana pasada, la revista The Nation informó sobre los nexos entre el Aipac y Singer. En base a datos de la American Israel Education Foundation (AIEF), una organización «caritativa» afiliada al Aipac, la publicación indicó que el titular del hedge fund que litiga contra la Argentina es uno de los principales financistas del grupo de lobby proisraelí. Los otros dos son Sheldon Adelson, CEO de la compañía de casinos y complejos turísticos Las Vegas Sand Corp., y Bernard Marcus, cofundador de Home Depot.

A modo de ejemplo: entre 2010 y 2011, Singer aportó un millón y medio de dólares a una campaña del Aipac para obstaculizar en el Capitolio las negociaciones nucleares de Washington con Irán. Con el mismo fin, otorgó otros tantos millones al grupo de presión Foundation for Defense of Democracies (FDD). Singer también integra el directorio de la Republican Jewish Coalition, uno de los más importantes grupos de lobby conservadores de la comunidad judía en los Estados Unidos.
Según la Fundación Paul Singer, patrocinada por el millonario inversor, su misión es apoyar a «organizaciones innovadoras y eficaces que trabajan para fortalecer nuestra democracia estadounidense y las democracias de todo el mundo». Entre otras tareas, la fundación destaca su respaldo financiero a iniciativas por «el futuro de Israel».


Ya en 2010, The New York Times destacaba en un perfil de Singer que el titular de Elliot «no sólo está frustrado con las políticas financieras de Washington sino también con su política exterior, ya que ve un apoyo insuficiente de la administración Obama a Israel». Sus actividades filantrópicas no se limitan al lobby proisraelí: también apoyó campañas a favor del matrimonio gay y aportó millones a la última campaña republicana.


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