CONGRESO MUNDIAL CONTRA FACHOS Y NEOFACHOS: Unidad antes de que sea tarde

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PS: La palabra fascismo, aplicada a esbirros del imperialismo y del capital más concentrado me provoca incomodidad por su imprecisión, lo que no me sucede con el mismo término con el prefijo «neo» que, además de marcar una diferencia, remite por metonimia al neoliberalismo, del cual suele ser, como en Argentina y España, una fase superior, todavía más destructiva.  Educado en un antifascismo irreductible pienso que, con razón o sin razón, se etiquetó como fascistas a José Antonio Primo de Rivera, a Ezra Pound,  a Raúl Scalabrini Ortiz, a  Curzio Malaparte, a José Ignacio Rucci,  a Alejandro Álvarez y a Mohamed Alí Seineldín, y que ninguno de ellos tiene casi puntos de contacto con quienes quieren destruir los estados nacionales en beneficio del capital financiero globalizado. Esto no es óbice para que haya que dar una respuesta planetaria a esta derecha supremacista, racista, machista, egoísta, sádica, exterminadora y chupaculos de monopolios y multimillonarios. Solo que no me imagino a ninguno de los nombrados integrándola.     

En el Congreso Mundial Contra el Fascismo y el neofascismo realizado en Caracas, Republica Bolivariana de Venezuela, se resolvió “la constitución de una internacional antifascista amplia, bajo la perentoria necesidad de componer una propuesta de mundo alternativa y enfrentada a las nuevas dinámicas de las derechas y el empresariado global”.

La internacional antifascista, “busca generar alianzas solidarias entre los países y pueblos del mundo afectados por este sistema que genera personas descartables del capitalismo voraz y genocida”.

El fascismo y el neofascismo no son capítulos cerrados de la historia, sino un peligro latente que amenaza la paz y la vida de los pueblos del mundo.

Es necesario reconocer y enfrentar a tiempo esta amenaza. El fascismo podría resurgir con distintos rostros, que se presenta bajo diferentes formas y manifestaciones, adaptándose y resurgiendo en distintas regiones y países, con consecuencias devastadoras para la humanidad.El fascismo y el neofascismo son, en esencia, una expresión reaccionaria de la ideología de extrema derecha que intenta imponer la violencia contra los proyectos nacionales, populares, transformadores, progresistas, revolucionarios y antiimperialistas.

La convocatoria al debate y a la acción contra estas expresiones criminales es, en última instancia, una defensa de la paz, de la vida, de la estabilidad y de la soberanía de los pueblos.

Por ello desde el Capitulo Argentino de la Internacional contra el fascismo y el neofascismo, hacemos un llamado de atención global para detener a las expresiones políticas autoritarias antes de que sea demasiado tarde.

Asimismo, reiteramos nuestra exigencia de que EE. UU y la UE pongan fin a las medidas coercitivas unilaterales, denominadas por ellos como “sanciones”, que son verdaderos actos de guerra contra países soberanos como Venezuela, Nicaragua, Cuba, Rusia y China.

Exigimos que la OTAN y los países miembros, retiren sus tropas del territorio argentino de las Islas Malvinas poniendo fin a su ocupación neocolonial y dejen de sostener los regímenes nazi fascistas, en particular los gobiernos de Ucrania e Israel, poniendo fin al genocidio contra el pueblo palestino.-


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