INSÓLITO. Vehemente repudio al nombramiento de un Secretario de Culto antisemita e islamófobo

Comparto tanto la sorpresa (en mi caso, casi estupefacta) del Llamamiento Argentino Judío por el nombramiento como Secretario de Cultos (!) de un funcionario claramente judeófobo e islámofobo. También comparto su vehemente rechazo. Es una paradoja que este ex diputado, Francisco Sánchez, pertenezca al riñón de la ministra de Seguridad Patricia Bullshit, que junto con su pareja desde hace más de un cuarto de siglo, Guillermo Yanco, son claros impulsores de los acuerdos en materia de pertrechos, municiones y demás parafernalia bélica con los «halcones» genocidas de Israel. Lo que ratifica lo postulado por el genial escritor judeo alemán Edgar Hilsenrath en su novela El nazi y el peluquero (publicada originalmente en inglés y en Nueva York a comienzos de los ’70), que no hay diferencias apreciables entre los oficiales de las SS nazis y quienes masacran al pueblo palestino. Es una alegría comprobar como cada vez más argentinos hijos de madre judía, continuando una larga tradición, se desmarcan de los canallas racistas que desde la DAIA pretenden representar a la comunidad judía, se acercan al Llamamiento o simplemente participan en pie de igualdad -y muchas veces descollando- en las luchas sociales por una Argentina mejor, más justa e incluyente, y en contra de todo tipo de genocidios y exterminios.

El nombramiento de Francisco Sánchez en la Secretaría de Cultos es tan sorprendente como si se hubiera nombrado al cura Julio César Grassi al frente de los institutos de Menores.