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LOS «JINGLES» DE GELATINA: Un lugar de confluencia de generaciones

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Escuchar los «jingles» (en realidad, canciones populares con la letra cambiada) es, para mi, un largo momento de felicidad. Tengo para mi que los setentistas y ochentistas que no lo aprecien están totalmente fuera de juego. Y, también, que si los más jóvenes no se dan cuenta de que se acabaron los años de imperfecta democracia en los que se criaron e hicieron hombres, y que ha llegado la hora de luchar, por ahora a brazo partido y mañana quien sabe cómo, estamos perdidos.

Ojalá podamos enderezar el destino hacia la consecución de una patria justa, libre y soberana, sin efusiones de sangr. Pero en cualquier caso hay que tener en cuenta que también a San Martín (y a Belgrano, Güemes, Artigas et al) les dijeron «asesinos» y «terroristas».

Por eso, gocemos de la enorme creatividad del joven pueblo argentino y reflexionemos. Nadie puede amar lo que no conoce. Repasemos la riquísima historia nacional. Libres o muertos, jamás esclavos. Patria si, colonia no. Braden o Perón. Patria o muerte. Venceremos.

Coco Silly dijo que falta un poco de cumbia y folclore. Puede ser. También de tango. Pero los «jingles» de este programa liderado por Pedro Rosemblat y Marcos Aramburu rezuman amor por la patria y el pueblo.

 


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