CAPTURA Y MISTERIO – Una chata travesti, la amiga de Nico y otras preguntas sin respuesta
Un trio de sicarios definió las pasadas elecciones, a partir de que su cabecilla le dijo a Jorge Lanata, mascarón de proa del Grupo Clarín, que el candidato peronista a la gobernación de la provincia de Buenos Aires era un narcotraficante que había instigado el triple asesinato por el que ellos fueron condenados a perpetua. Los tres se fueron de un penal de máxima seguridad como Pancho de su casa y buscaron refugio en el campo de una íntima del segundo de Jorge Lanata, Nicolás Wiñazki. ¿Simple casualidad? JS
POR NAHUEL COCA
Durante el fin de semana, las pantallas de todos los canales difundían el operativo para dar con los prófugos Cristian Lanatta y Victor Schillaci en la localidad santafesina de Helvecia, 10 kms. al norte del pueblo de Cayastá, donde había sido apresado Martín Lanatta el sábado. La pista que seguían los jefes del operativo, con más de 600 agentes de todas las fuerzas de seguridad, era el chisme de una vecina de ese pueblo, que decía haber visto a dos hombres entrar por la fuerza a una casa.
Al final, aparecieron a 500 metros del lugar donde lo había hecho su compañero, unos kilómetros al sur de Cayastá, dentro de un galpón y con un muchacho como rehén. Los capturó el grupo TOE, las fuerzas especiales de la provincia de Santa Fe. En boca de la prensa alineada con el gobierno de Macri, la noticia del apresamiento pretende borrar el bochorno que implicó la comunicación por medios nacionales y redes sociales de su captura el sábado pasado, información que a la tarde del mismo día fue desmentida. Patricia Bullrich se justificó, alegando que la desinformación deliberada vino de algunos de los oficiales de más alto rango a cargo del operativo. ¿Puede ser tan torpe una criatura política tan bicha como Bullrich? ¿Realmente algún oficial de alto rango procuró su propio pase a disponibilidad de forma tan poco discreta? ¿O los tuvieron y se les escapó?
Más preguntas despierta el campo donde aparecieron. Pertenece a una funcionaria local llamada Viviana Agusti, casualmente amiga del periodista de Radio Mitre y Canal 13, Nicolás Wiñazki, responsable junto a Jorge Lanata de que los tres prófugos contaran con efectivo fresco para la fuga. “¿Vos me estás diciendo que donde los encontraron era un campo tuyo?”, le preguntó Wiñazki al aire en radio Mitre. “En uno de nuestros campos, sobre la ruta 1”, respondió la funcionaria. El audio no tiene desperdicio: ocurrió el sábado a la mañana, antes de que se desmintiera la captura de los tres prófugos.
Finalmente, otro misterio encierra la camioneta en la que se accidentó Martín Lanatta. La prensa asegura que los prófugos se la robaron a un ingeniero agrónomo, Juan Ignacio Reynoso, quien habría sido su rehén durante un día y medio. La camioneta está ploteada con gráficas de Gendarmería Nacional. Al buscar la chapa patente de la camioneta Volkswagen Amarok (KUC535) en el registro automotor de ARBA se puede ver que debe la última patente (por $4.266,50) y que se encuentra a nombre de la empresa BAYER S.A., que no es una empresa agrícola sino una multinacional farmacéutica. Reynoso trabajaría para Bayer, pero no se entiende cómo se hizo el ploteo de Gendarmería, o si lo hizo el supuesto rehén unos días antes de que llegaran a Santa Fe. En la foto puede leerse la patente, en ésta otra se confirma su ploteo.
¿Tuvieron tiempo los prófugos de conseguir, en plena fuga, vinilos de corte para plotear vehículos a medida que huían?
Los vinilos de corte no son fáciles de llevar a cuestas: son rollos de papel plastificado delicados. Su colocación no puede realizarse rápidamente ni sobre chapa sucia. ¿O contaban con la complicidad de terceros, que les daban apoyo a medida que avanzaban? ¿Es casualidad que los encontraran en las cercanías del campo de la amiga del periodista que les facilitó una suma muy grande de efectivo?
Tampoco se entiende que los prófugos se hayan movilizado hasta esa zona de la provincia de Santa Fe, lejos de los puentes que comunican con las provincias de Entre Ríos y Corrientes, casi arrinconados entre la Ruta 1 y los esteros del Paraná. Este pueblo maldito, donde estuvo la primera y fallida ciudad de Santa Fe fundada por Juan de Garay, entra a la historia del crimen argentino por la puerta grande.
¿Qué los esperaba en ese rincón sin salida de la provincia? ¿Una avioneta, o una lancha con rumbo a la libertad? ¿Si así fuera, propiedad de quién? ¿Lo sabremos, algún día?
Anoche (más de las 22 hs.) en C5N Paulo Kablan, basándose en las llamadas hechas y recibidas de los celulares que, con las baterías descargadas, encontraron en el galpón de San Carlos (Santa Fé) el 7 de enero; reconstruyó el itinerario de los prófugos.
El 31 de diciembre los teléfonos fueron captados en Ranchos, Chascomús, Rotonda de Alpargatas, Berazategui, Capital y San Carlos (Santa Fé).
Ese es el resultado de la pericia que se habría hecho sobre los celulares.
O sea que desde el 31 de diciembre y durante 7 días estaban en Santa Fé.
Da para pensar que «les soltaron la mano» quienes los apoyaban, y pasaron el dato del lugar (pleno campo), así se explicaría como llegó Gendarmería a ese galpón.