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HEROÍNA. Murió la guerrillera que con su cinematográfica fuga obligó a cerrar «Automotores Orletti», base de la Operación Cóndor

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Una nota del compañero y colega Dardo Castro, por quien me enteré de la triste noticia. Las notas al pie son mías.

No conozco una historia tan cinematográfica de aquella época negra como la aquí esbozada (tanto o más que la de Tucho Valenzuela, Raquel Negro y sus hijos, lo que es muchísimo decir) por lo que es de esperar que alguien la escriba con pelos y señales o bien haga una película. Toda la breve historia de ese infame «chupadero» llamado (por equivocación) «Automotores Orletti» (que fue la principal base de la Operación Cóndor de coordinación represiva entre las dictaduras del Cono Sur sudamericano) es digno de una serie de TV (ver nota al final). Y, por cierto, si su existencia fue breve, lo fue gracias a la cinematográfica fuga de Graciela y su marido. Si todos los que sobrevivimos a aquella vesanía experimentamos el peso de seguir vivos, no me puedo imaginar el hueco en el alma de Pepe Morales, forzado a dejar en ese infierno a su padre, su hermano y su cuñada. Si quieren escuchar otra campana, otra dimensión del horror, esta aquí.

Graciela Vidaillac de Morales: ¡Hasta la Victoria, compañera!

 

POR DARDO CASTRO

El Covid se llevó (ante) ayer a Graciela Vidaillac de Morales, ex militante del CPL (Comando Popular de Liberación) liderado por Eduardo Jozami como su esposo José Ramón Morales. Ambos estuvieron luego en sendas columnas del FAL (1). A José Ramón sus amigos le decían Pepe, pero en la militancia era «Luis». Ambos fueron secuestrados en Buenos Aires en 1976, durante la dictadura, y alojados en el lugar de tortura y exterminio conocido como «Automotores Orletti», en el barrio de Floresta. En un descuido de sus captores lograron deshacerse de sus ataduras, apoderarse de un arma automática y finalmente evadir a sus captores (2). Esta fuga suele confundirse con otra, la de la Mansión Seré, que inspiró una película.

José había sido herido de bala cuando lo capturaron. Graciela fue herida de bala en esa huída. Un relato de ambos hechos puede leerse aquí. 

Hacia fines de 1976 la mayoría del FAL América en Armas (de donde provenía José Ramón), más militarista y también el grueso del FAL 22 de agosto (más político, de donde provenía Graciela), se habían incorporado a la OCPO (3). Para entonces las organizaciones armadas argentinas habían iniciado un proceso de confluencia que quedó trunco porque antes fueron más que diezmadas por la dictadura. Graciela y Luis junto a varios de sus compañeros de militancia se exiliaron en México. La pareja tenía tres hijos pequeños, Juan, Gloria y Mariana, de menor a mayor. Al grupo familiar se había sumado Elsa, madre de Graciela, una mujer valiente y solidaria.

Por esa época la ofensiva del Ejército Sandinista de Liberación Nacional (ESLN) contra la dictadura de Anastasia «Tachito» Somoza estaba en pleno desarrollo. Morales y un destacado ex cuadro militar de las FAL, «El Flaco Francisco» (Carlos Balerini García), decidieron incorporarse al Frente Sur, comandado por Edén Pastora, con base en Costa Rica. Pocos meses después, en enero de 1979, José, que tenía rango de comandante, quedó aislado cuando defendía una aldea en las montaña. Cuando se quedó sin municiones fue tomado prisionero y degolllado.(4)

Luego del triunfo sandinista, Francisco emigró a El Salvador para incorporarse al Frente Farabundo Martí de ese país (5). Destacado en Honduras para encargarse de la logística militar del Frente, fue secuestrado y desaparecido allí a comiezos de 1981 por un grupo que integraban militares y servicios de la inteligencia argentina, salvadoreña y estadounidense.(5)

Su hijo, Emiliano Balerini Casal, escribió el pasado 27 de abril: “A todo hijo le llega su momento. Después de mucho esperar, mañana declararé en el Juzgado de San Martín, Argentina, por la desaparición de mi papá el 8 de agosto de 1981, en Honduras. Aunque es una declaración en primera instancia, esperemos que sirva para vincularla a la mega causa de Campo de Mayo que se sigue en los juicios de lesa humanidad. Por la verdad, la justicia y la memoria”.(6)

NOTAS

  1. Frente Argentino de Liberación, luego Fuerzas Argentinas de Liberación. Constaba de columnas independientes, por así decirlo, confederadas, todas, con matices, marxistas leninistas y guevaristas. Graciela provenía de la llamada «América en armas»  y su marido de la «22 de agosto», más pequeña y politica. El grueso de ambas ya había ingresado a la OCPO. Otra columna importante fue la llamada Che Guevara, que se incorporó al PRT-ERP.
  2. Se escaparon prácticamente desnudos dejando allí al padre, el hermano y la cuñada de José. Hay distintas versiones del hecho. Coinciden en que Graciela logró desatarse y desató luego a José. Una asegura que lo hicieron sin llevarse armas, luego de apuntar con un palo de escoba a su custodio, que estaba dormido. Otra, que lo golpearon fuertemente en la cabeza con una metralleta que carecía de cargador y municiones. Otra –o la misma– que quisieron llevarse consigo al padre de José, que estaba malherido por la tortura. Lo cierto es que lograron cruzar las cercanas vias del Ferrocarril Sarmiento mientras les disparaban. A pesar de que Graciela resultó herida, lograron abordar a un camión con acoplado que salía de un depósito y convencer al chofer que los llevara a cierto barrio, ya en la provincia, donde encontraron refugio en casa de un compañero proveniente del FAL 22, «Leonel Urbano», que para entonces revistaba en el PRT-ERP, quien le consiguió asistencia médica para Graciela. Montoneros, que estaba más entero que el ERP, los asistió a continuación.
  3. Organización Comunista Poder Obrero, cuyo brazo armado fueron las Brigadas Rojas.
  4. También aquí las versiones difieren aunque coinciden en que Morales se quedó sin municiones, y la comandancia de Pastora no le prestó apoyo. Balerini acudió al lugar poco después y dijo haber encontrado el corazón de su amigo clavado en una estaca.
  5. Antes estuvo trabajando –como varios exiliados argentinos– en el diario Unomásuno, en su caso como cronista deportivo. Al ir a combatir a El Salvador adopto la falsa identidad de Jorge Manuel Morales Alvarado, es de suponer que con el apellido Morales en honor a su amigo muerto.
  6. Sobre la presencia de militares argentinos con base en el Hotel Honduras Maya de Tegucigalpa he escrito mucho. Ellos fueron quienes conformaron la primera dirección de la guerrilla «Contra» que hostigó durante años al gobierno sandinista en épocas en que las políticas del presidente Jimmy Carter le impidieron a la CIA hacerlo directamente.

Foto de presentación: El frente de «Automotores Orletti», hoy un sitio de Memoria. Sicarios y verdugos lo llamaban sarcásticamente «El Jardìn». Alli se perdieron el rastro de muchos militantes uruguayos y chilenos y tambien de algún boliviano. Allí fue asesinado mi amigo Marcelo Gelman y estuvo secuestrada su esposa Claudia García Iruretagoyena, embarazada y llevada luego a Uruguay a parir en calidad de envase. Y allí fueron torturados y asesinados jóvenes funcionarios de la Embajada de Cuba, un oficial de la Policía Federal, su esposa embarazada y su hermano, vinculados al PRT-ERP, todos, como Marcelo, metidos en barriles de petróleo rellenados de cemento fresco y arrojados en un canal de San Fernando.


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