El autor, Luis Alen, fue subsecretario de Derechos Humanos durante los gobiernos de Néstor y Cristina hasta la muerte de Eduardo Luis Duhalde, del que hubiera sido un digno sucesor. Está escribiendo columnas semanales bajo la volanta común «Contra Mitre». Me encantaría difundirlas siempre, pero por ahora soy solo una persona, no un pelotón.
Escuadrones de la muerte
POR LUIS ALEN
Hay grupos organizados que se dedican a amenazar, a anunciar su apoyo a quienes cometieron violaciones masivas y sistemáticas de los derechos humanos, a santificar todo aquello que les parezca útil para enfrentar a sus opositores políticos, sea dentro o fuera de los márgenes de la legalidad. La escena preelectoral de nuestro país parece ser el terreno que han elegido para manifestarse. Veamos algunos ejemplos.
A medida que se va acercando la fecha de las elecciones, cada vez son más lejanos los tiempos en los que la saltimbanqui y el aullador (ahora moderado) coqueteaban y se ilusionaban con una alianza electoral: el 06/06/2023 Milei decía en Ámbito que “llamaría a Patricia Bullrich para una alianza de gobierno, porque a todos aquellos que están de acuerdo con la libertad, nosotros le abrimos las puertas«, y en respuesta el 14/06/2023 la ministra de la Alianza declaraba a CNN radio que «Si soy candidata de Juntos por el Cambio, podré articular con diputados de distintas provincias y diputados de Libertad Avanza (el partido de Javier Milei) para lograr que las leyes principales que mandaremos al Congreso, que serán la arquitectura jurídica y le darán previsibilidad al país”.
Por el contrario, hoy se cruzan agravios y denuncias de todo tipo. Después del primer debate de los candidatos a presidente, Milei no se quedó callado en su combate contra la saltimbanqui candidata y dijo que: «Ella era una montonera tirabombas. Ha puesto bombas en jardines de infantes. Participaba de una organización terrorista«. Bullrich respondió iniciándole dos causas penales y le dijo: “Usted sabe que mintió. Lo denuncié para que se sepa la verdad. No vale todo por un voto en la vida, sobre algo grave que me afecta a mí, a mi familia y a mis nietos. Debemos competir sin mentir”.
Qué bueno que sería que ella misma pusiera en práctica sus consejos. Porque el 1º de octubre de 2023, en el primer debate presidencial, cuando le tocó el turno Patricia Bullrich habló sobre el caso Santiago Maldonado, y dijo: “Quiero mandarle un abrazo grande a los gendarmes que fueron absueltos, acusadas sus familias y destruidas. En el colegio les gritaban ‘asesinos’ (a sus hijos) cuando lo único que habían hecho era cumplir con la ley y con el deber”.
Lo cual es falso, como le señaló Sergio Maldonado, el hermano de Santiago, en su cuenta de X (antes twitter): “Sos una mentirosa Patricia Bullrich. Los gendarmes no están absueltos, siguen Imputados. ¿Cómo van a ser inocentes si todavía no hubo juicio? ¡Mentirosa! Santiago estuvo desaparecido 78 días”.
Efectivamente, la causa sigue abierta.
Nada menos que Joaquín Morales Solá salió a cruzar a Milei (y a defender a Bullrich) por el tema de las bombas en los jardines de infantes: “El periodista Mariano de Vedia precisó en LA NACION, tras consultar a diversas fuentes, que no existe información confiable de que los organizaciones armadas de los años 70 hayan colocado artefactos explosivos en jardines de infantes. Corresponde señalar, por lo tanto, que un candidato presidencial debe respetar el valor de su palabra” (04/10/2023, Otra vez la mentira sobre los años 70). Frase que ojalá los empleados de ese medio tomaran en cuenta.
Para agregar más leña al fuego que consume la relación entre los libertarios y los cambiemitas, habló Macri. Según la Tribuna de Doctrina, el gran mentiroso fanático de Netflix dijo en Harvard, donde para su horror lo confundieron con el presidente de Venezuela, que “Vamos a ganar las elecciones. Pero en caso de que eso no pase y gane él las elecciones, espero que nuestra coalición apoye cualquier reforma razonable en el Congreso para que Argentina deje atrás este sistema tramposo en el que estamos atrapados. Y como nosotros vamos a ganar, los liberales también nos van a ayudar a nosotros para aprobar los proyectos”. Manifestación que, según el pasquín de los Mitre–Saguier, “generó un fuerte malestar en un sector de JxC. Radicales, integrantes de la CC eincluso José Luis Espert consideraron que los dichos de Macri son perjudiciales en plena campaña”.
Incluso la cada vez menos comprensible Bullrich salió a cuestionar al mediocre jugador de bridge: “Considero que no es conveniente en este momento que Mauricio Macri diga una cosa así. Cuando tenemos un punto fundamental para nosotros, no es el momento de discutirlo”.
Uno se pregunta, ¿están Juntos?
Hay otra cuestión que la derecha insiste en poner en la discusión. Javier Milei se preguntó en un acto en Tucumán, acompañado por Ricardo Bussi, el hijo del genocida condenado por sus crímenes de lesa humanidad: “¿Me pueden mostrar la lista completa de los 30.000 desaparecidos?”. Pregunta que debió hacerle a los amigos de su candidata a vice, que se dedicaron a hacerlos desaparecer y a no dejar rastros de su destino.
En agosto del 2009, Eduardo Luis Duhalde –el arquitecto de las políticas públicas desplegadas
entre 2003 y 2012– escribió una carta a Graciela Fernández Meijide en la que dijo que: “El único registro fehaciente de la cantidad de víctimas asesinadas, su identidad y destino final solo está en poder de los asesinos. De aquellos que mientras pregonan que su accionar fue ‘justo y en defensa de la patria’ ocultan todo dato, sabiendo que su proceder fue abiertamente criminal… tomar los registros parciales de la CONADEP y los posteriores a la Secretaría de Derechos Humanos como registros totales, es tan falaz y mentiroso como reducir el número de desaparecidos a la cantidad de restos óseos localizados, que apenas superan el número de 1000… es lamentable reducir la dimensión de la tragedia argentina a un problema contable”.
Palabras certeras que merecen ser recordadas siempre.
Pero Milei, en el debate presidencial, insistió: “A los liberales nos acusaron de fachos, fascistas, nazis: cosas que no Nenen que ver con nosotros. Valoramos la misión de Memoria, Verdad y Justicia. Empecemos por la verdad: no fueron 30.000, son 8.753. Estamos en contra de una visión tuerta de la historia. Para nosotros, durante los ‘70, hubo guerra y allí las fuerzas del Estado cometieron excesos. Por tener el monopolio de la violencia, le cabe todo el peso de la ley. Pero también los terroristas de Montoneros, del ERP mataron gente, torturaron, pusieron bombas y cometieron delitos de lesa humanidad”.
El 02/10/2023 Sabrina Ajmechet, la misma que coincide con el pelucón en su interés por regalar las Malvinas, le contestó por X (antes twiter): “No hubo una guerra, Milei. Porque la guerra es entre iguales y acá hubo un Estado (cuyo deber es asegurar el orden y cuidar a los ciudadanos) que usó la represion ilegal en vez de impartir justicia”.
Viniendo de quien viene, fue una respuesta mas que contundente.
Hubo más. Ricardo Gil Lavedra, otro del que no se puede sospechar ninguna simpatía con el kirchnerismo, dijo que lo hecho por la dictadura fue “un plan criminal consistente en secuestrar a las personas sospechosas de estar vinculadas con esas organizaciones, mantenerlas en cautiverio en condiciones inhumanas, torturarlas salvajemente para obtener información y luego asesinarlas secretamente. Este sistema dio lugar a la violación de las mujeres secuestradas, a la apropiación de los bebés nacidos durante la detención de sus madres, al robo de las pertenencias de los aprehendidos, a tirar personas vivas desde aviones en el Río de la Plata en los llamados vuelos de la muerte, entre otros graves delitos”.
Por si hubiera quedado alguna duda, Gil Lavedra agregó que “El secuestro, la tortura, la violación, el robo, la apropiación de los niños y la muerte de los cautivos no son acciones bélicas, son crímenes injustificables en cualquier contexto”(LA NACIÓN 04/10/2023: “Javier Milei y los ‘excesos’ de la dictadura ¿Por qué?”).
Mientras tanto, salió a la luz un libro que la candidata a Vicepresidenta de Milei, Victoria Villarruel, no menciona entre sus obras, tal vez porque es una participación en una obra colectiva, llamada La nación dividida: Argentina después de la violencia de los ‘70. Los autores que la acompañan son Guillermo PALOMBO, (presentado como Miembro Emérito del Instituto Argentino de Historia Militar), Alberto Jorge CRINIGAN (Coronel de Infantería y Oficial del Batallón 601 de Inteligencia), Guillermo Alfredo GARCÍA (autor de “Nüremberg, la gran impostura”), los abogados de la Universidad Católica Santiago Mario SINÓPOLI y Eugenio Luis PALAZZO, Alfredo M. VÍTOLO (que fuera candidato –derrotado– del gobierno de Mauricio Macri para la Comisión Interamericana de Derechos Humanos) y la Asociación Civil Puentes para la Legalidad (constituida por hijos y nietos de imputados por crímenes de lesa humanidad). CRINIGAN está siendo enjuiciado en La Plata por secuestros y desapariciones ocurridos en el Regimiento de Infantería nº 7.
Sumemos algunos datos. La Tribuna de Doctrina informa que “el aspirante al Congreso por la Libertad Avanza (LLA), Ricardo Bussi, hizo una controversial comparación entre personas con discapacidad e integrantes de la comunidad homosexual al decir que estos últimos merecen respeto como los rengos, como los ciegos, como los sordos” (05/10/2023).
El mismo medio cuenta que Martín Krause, asesor del pelucón en materia de Educación, apuntó: «¿Imagínense si la Gestapo hubieran sido argentinos? ¿No hubiera sido mucho mejor? En vez de en vez de matar seis millones de judíos, seguramente hubieran sido mucho menos porque hubiera habido ineficiencias de todo Npo« (29/09/2023).
Darío Epstein anunció el recorte de las pensiones por discapacidad, Emilio Ocampo dijo que San Martín no es el Padre de la Patria. Todos de la mano del pelucón.
A esta altura, a uno se le da por pensar que hay algo que une a candidatos y candidatas de la derecha. Es el desprecio por la historia, por la soberanía, por quienes por cualquier motivo se encuentran en una situación de marginación o vulnerabilidad, por cualquier propuesta que busque construir un país solidario e igualitario. Un grupo organizado para combatir contra las políticas que ellos llaman -despectivamente- populistas, de las que su jefe culpa a Yrigoyen, a Perón y por supuesto al kirchnerismo. Anuncian que van a terminar con la disidencia política del modo que sea, sin mostrar respeto alguno ni por la Constitución ni por las leyes.
A grupos como estos generalmente se los llamaba Escuadrones de la Muerte.