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SIRIA – IRAK. Territorio Comanche

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EEUU hace como que combate al EI mientras lo alienta a acabar con Assad

 

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Por Guadi Calvo*.

Para un reportero en una guerra, territorio comanche es el lugar donde el instinto dice que pares el coche y des media vuelta; donde siempre parece a punto de anochecer y caminas pegado a las paredes, hacia los tiros que suenan a lo lejos, mientras escuchas el ruido de tus pasos sobre los cristales rotos. El suelo de las guerras está siempre cubierto de cristales rotos. Territorio comanche es allí donde los oyes crujir bajo tus botas, y aunque no ves a nadie sabes que te están mirando. Arturo Pérez Reverte

La ofensiva iniciada por Estado Islámico a mediados de este mes, contra la legendaria ciudad de Palmira, ha finalizado con éxito para la banda salafista que ya domina el 50% de Siria, casi cien mil kilómetros cuadrados. Los hombres del califa Ibrahim entraron a la ciudad con su clásica demostración de terror practicando ejecuciones contra algunos “alassitas” que quedaron rezagados en la ciudad antes de su caída. Con el despliegue escénico ya conocido de los salafistas, fusilaron y decapitaron a una cincuentena de vecinos, al tiempo que comenzaron el reclutamiento obligatorio de muchos jóvenes que tampoco habían podido abandonar la ciudad.

La barbarie takfirista se adueñado de las “Ruinas de Palmira”, un sitio arqueológico en pie desde el Siglo I después de Cristo, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, lo que equivale a un holocausto cultural.

Palmira, una antigua metrópoli comercial, es considerada como uno de los complejos arquitectónicos antiguos más importantes de Oriente Próximo. Aunque el jefe del Departamento de Museos y Antigüedades de Siria, Mamun Abdul Karim, anunció que cientos de estatuas habían sido trasladadas a un lugar seguro antes de la irrupción del Estado Islámico, muchísimas de la construcciones todavía en pie serán demolidas por el solo placer del desafío al mundo “civilizado”.

Según la interpretación atrabiliaria del Corán por parte de la escuela waahabita o salafista que da sustento filosófico a las expresiones más retrogradas del islam como Estado Islámico, y todas las organizaciones que adscriben a el al-Qaeda Global, como la yemení al-Qaeda para la Península Arábiga (AQPA) la nigerina Boko Haram la somalí al-Shabaa, o la al-Qaeda para el Magreb Islámico (AQMI) con ingerencia en varios países de Magreb y el Sahel. Esta escuela extremista que considera al terrorismo un arma lícita para la expansión y defensa del islam, es sustentada económicamente por Arabia Saudita, socio fundamente de Washington en la región.

Para la interpretación salafista lugares como las ruinas de Palmira, representan sitios de culto de los “infieles”. Además, de llevar la interpretación acerca de la prohibición reproducir cualquier imagen o representación figurativa de seres humanos.

En el norte de Irak, los califados de Ibrahim ya habían destruido en marzo yacimientos arqueológicos únicos, entre ellos las ruinas de las ciudades legendarias como Nimrud y Nínive.
Uno de los primeros antecedentes en esta practica de genocidio cultural, fue la destrucción de los Budas de Bamiyan, en Afganistán, tallados en la roca entre los siglo I y III que tenían entre cuarenta y cincuenta metros de altura, por parte de los talibanes en marzo de 2001.

Al tiempo de la toma de la ciudad siria de Palmira, Estado Islámico se hizo con el poder de Ramadi, una ciudad iraquí a ciento diez kilómetros de Bagdad.

El rey jordano Abdullah, pone sus barbas en remojo y el grito en el cielo, con una obviedad que lastima. Reclama a Washington más ingerencia en el combate contra Estado Islámico, ya que solo con los ataques aéreos de la famosa coalición internacional, como ha quedado bien claro, no detendrá el avance de los salafistas ni en Irak, ni en Siria. De continuar la situación en esta línea dejará al reino jordano expuesto al peligro islamista.

Curñándose en salud Abdullah destituyó a altos funcionarios de seguridad, entre los que se cuentan el Ministro del Interior, el jefe la Muharabat (los servios secretos) y un número importante de jefes policiales. Por primera vez el rey Abdullah consideró excesiva la represión desplegada contra manifestantes, en este caso en la ciudad sureña de Maan, justamente en momentos que existe una confusa situación política en el reino y muchos de súbditos empiezan a ser seducidos por las propuestas salafistas.

El Estado Islámico, de pretenderlo, no tendría dificultades en invadir el sur de Jordania, donde la presencia de las fuerzas militares son escasas y donde los servicios de inteligencia occidentales han registrado entre la población animosidad contra la ociosa y abusiva monarquía. De producirse dicha invasión en el sur jordano repercutiría en el norte del reino saudita metido desde hace casi dos meses en una guerra contra los houthis yemeníes, de la que ya no sabe como salir.

Todas las monarquías de la región además de Jordania y el reino de los Saud, como Emiratos Árabes, Kuwait, Bahrein, Omán, Qatar, saben que de extenderse Estado Islámico sus fofos poderes podrían comenzar a temblar. Estados Unidos en estos últimos tiempos ha comenzado a independizarse de la necesidad de su petróleo y gas, lo que sin duda le quita su principal elemento de chantaje a los petromonarcas.

palmira 3Como de costumbre, el ISIS difundió fotos de los defensores de Palmira capturados y decapitados.

 

La parsimonia de Washington

Está claro que Washington está dejando hacer a su antojo a Estado Islámico. Los bombardeos de la coalición encabezada por Estados Unidos han carecido tanto precisión como de voluntad. Y, respecto a las recientes incursiones de la fuerza Delta en el Este del país que según del Departamento de Estado acabaron el sábado 16 de mayo con las vidas de varios jefes de Estado Islámico (entre ellos el “ministro” de petróleo Abu Sayyaf también conocido como Abu Muhammad al-Iraqi o Abd al-Ghani. y un  alto jefe militar Abo Omar al-Shishani)  además de tres decenas de escoltas, en la región de al-Amar, a pocos kilómetros de Deir el-Zour,  cunden insistentes versiones de que la operación habría sido coordinada con Moscú y Damasco, a petición suya.

Según la misma fuente “todos los soldados regresaron ilesos”, como si en Washington existiera el ánimo de reconocer bajas propias. No sería extraño que la “exitosa” operación, donde ninguno de los cien seals que participaron tan siquiera se recalcó un tobillo, fuera limpiar de enemigos internos al recientemente compuesto Califa Ibrahim, a quien hace unas semanas se lo daba con gravísimas heridas, que lo sacaban definitivamente del juego. El Califa pareciera ser como los gatos que tienen siete vidas o siete dobles que es lo mismo.
Estado Islámico podría ser la fuerza que le permita limpiar a un montón de aliados impresentables de los Estados Unidos, déspotas corruptos que sumergen a sus pueblos en el medioevo, mientras sus familias y socios, en muchas ocasiones muy difícil de diferenciar, viven en el lujo más obsceno.

Desde que se montó la parodia de la Primavera Árabe, era bien claro los punto a conquistar: el derrocamiento del Coronel Gaddafi en Libia y el exterminio de los al-Assad en Siria, el resto de la geografía hacerle un tratamiento cosmético a sus “democracias” y partir algunas naciones como Siria e Irak para controlarlas más sencillamente y asegurar la tranquilidad de Israel. A pesar de que parezca mentira el plan marcha a toda vela por el desierto.

Estado Islámico, que no hace caso a los bombardeos, ni a los golpes de efecto esta a cien kilómetros de Bagdad el lunes, dieciocho de mayo, reconquistó la ciudad de Ramadi, capital de al-Anbar la provincia más grande de Irak.

La toma de Ramadi causó más de quinientas muertes al tiempo que el ejercito iraquí, entrenado y armado por los Estados Unidos, protagonizo otra vergonzosa retirada a gran velocidad se los divisó montados en sus Humvees y tanques ponerse a buena distancia de los califados, tal cual lo hicieron en enero de 2014 tras abandonar Mosul y Faluya.

Bagdad, a sólo ciento diez kilómetros de Ramadi, tiene muchos motivos para entrar en pánico, carece de una fuerza militar importante para oponérsele a Estado Islámico, si decidiera avanzar sobre la capital. Bagdad ya no cuenta de refuerzos militares y la ruta que une las dos ciudades se encuentra absolutamente despejada para Estado Islámico.

El presidente iraquí depende de la buena voluntad de Washington o de lo que pudiera hacer Teherán con una intervención rápida de sus comandos. La única fuerza con que cuenta la milenaria ciudad son los milicianos chiítas, listos para desplegarse en al-Anbar e intentar una contención a los salafistas. Auque el problema que existe y a esta altura insalvable es que el norte iraquíes sunita, y sus pobladores no va a colaborar con una fuerza chií, aunque pretendan salvarlos de la locura takfirista.

Siria e Irak han sido sitiadas por fuerzas irregulares compuestas por miles de fanáticos que nada tiene para perder, y muchos dispuestos a morir glorificando a su Dios. Nadie en esas geográficas sabe muy bien donde esta parado quizás entonces lo mejor para todos sea declararlo Territorio Comanche.
* Guadi Calvo es escritor y periodista argentino. Analista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central. En Facebook: https://www.facebook.com/lineainternacionalGC. Colabora con “Revista Hamartia”, Rebelión:http://www.rebelion.org/; “El Correo de la Diáspora argentina: http://www.elcorreo.eu.org ; y: América Latina en Movimiento: http://www.alainet.org/


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