Un verdadero remezón causó en Gran Bretaña y en las islas usurpadas, el monolítico apoyo al reclamo argentino por la soberanía de las Islas Malvinas, de China y los 134 países en vías de desarrollo que constituyen el G-77. No sólo fueron palabras de ocasión, ya que facultaron a nuestro país a reclamar judicialmente por la explotación ilegal británica de los recursos de la Nación suramericana.

La reciente resolución de los 134 países del G-77, incluyendo a China; apoyando el reclamo argentino para que Gran Bretaña se disponga al diálogo y por esa vía resolver la disputa territorial en Malvinas, disparó las alertas tanto en el Reino Unido como en las islas usurpadas; ya que además licenciaron, lo que se traduce en un acompañamiento oficial para que Argentina entable demandas judiciales ante organismos internacionales por los actos unilaterales de explotación de nuestros recursos en la zona en conflicto.

Con letras de molde, en su edición del pasado sábado 14 de noviembre el renombrado diario británico Daily Express, por ejemplo, tituló en modo catástrofe: Falkland Islands PANIC: China steps into sovereignty row and BACKS Argentina in feud – “PÁNICO en las Islas Malvinas: China entra en la pelea por soberanía y RESPALDA a Argentina en la disputa”, revelando así una genuina preocupación por la decisión de la más grande potencia mundial de la actualidad de apoyar firmemente el reclamo argentino.

Ya en el primer párrafo el informe periodístico sobre la 44ª reunión de cancilleres del G-77, da cuenta de que se “respaldó el derecho de Argentina a ‘emprender acciones legales’ contra las ‘actividades no autorizadas de exploración y explotación de hidrocarburos’ en el archipiélago”. Sin dudas la máxima preocupación del Imperio, pero sobre todo de los isleños, cuya habitualmente floreciente economía se cimienta sobre el sencillo esquema de depredar recursos como hidrocarburos, pesca o turismo, en territorio usurpado, que no les pertenece y que se encuentra en plena disputa.

Resulta habitual que cada vez que Argentina recibe el apoyo de diversos foros diplomáticos internacionales a su reclamo, se encuentre con el menosprecio británico en sintonía con los grandes consorcios periodísticos del Reino, de las islas, e incluso de algunos medios hegemónicos argentinos.

Sin embargo, la resolución del G77 + China de la semana pasada no provocó la sorna o la indiferencia de esos mismos cuestionables medios. El decidido apoyo de los 134 países detrás del reclamo al diálogo de Argentina, incluyó esta vez una explícita habilitación en el campo judicial ante la depredación de recursos, una medida totalmente inédita, anhelo de la diplomacia argentina durante décadas, excepción hecha del vergonzoso período de la gestión 2015-2019.

La frutilla del postre para la Argentina la constituye la firma al pie nada menos que de China, una potencia mundial que en su meteórico crecimiento económico y geopolítico pone en jaque a las poderosas y tradicionales naciones que, hasta ahora, han manejado los foros diplomáticos y el propio mundo a su antojo e interés.

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