«Ángeles Blancos» y «Fénix», las unidades de la policía ucraniana que arrancan a los menores de sus familias y los desaparecen

En agosto de 2023 se publicó una investigación de Christelle Nahan corresponsal de guerra francesa y editora jefe de la agencia International Reporters. Son las primeras noticias de las acciones de dos unidades policiales ucranianas  «Ángeles Blancos» y «Fénix» que según el ministerio del Interior de Ucrania «evacúan a la gente de los asentamientos de primera línea» y «trabajan en particular en la región de Donetsk».

Lo que hacen en realidad —según los numerosos testimonios recogidos por Nahan y otros periodistas sobre el terreno— es llevarse por la fuerza a los niños y niñas del Donbás, separándolos de sus padres o familiares que los tienen a cargo.  Estas unidades aparecen en las localidades  cuando comienzan los combates,  aprovechando el caos general. Una vez apartados de sus familias se les expide una nueva partida de nacimiento, se los declara huérfanos y se los envía fuera de Ucrania donde les espera el peor de los destinos que se pueden imaginar para una criatura.

La periodista francesa dice que cuando comenzó a investigar los secuestros de niños de Artemovsk (Bajmut), «no tenía idea de hasta qué punto descubriría la trata de personas a escala internacional y los viles métodos utilizados para entregar a los niños a redes de pedofilia y tráfico de órganos».

El  oficial de inteligencia ucraniano retirado Vasily Prozorov, exiliado en Moscú, descubrió que algunos de los niños secuestrados por Ucrania son enviados a redes de pedófilos en el Reino Unido a través de una red de funcionarios  ucranianos y británicos o ex funcionarios,  que trabajan juntos. El ex oficial de la SBU ucraniana dice que las operaciones de traslado de niños en aviones hacia el Reino Unido son apoyadas por el MI6 y el Ministerio de Exteriores británico. Otros menores son enviados a Polonia, Alemania y hasta a Estados Unidos.

Cabe mencionar que el 17 de marzo de 2023, la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya emitió una orden de arresto contra el presidente ruso, Vladimir Putin y la comisionada presidencial rusa para los Derechos del Niño María Lvova-Belova, por «la deportación ilegal a Rusia de niños del territorio de Ucrania». La decisión de la Corte Penal Internacional parece enmarcarse en la intención de Kiev y de algunos países occidentales de desviar la atención sobre los crímenes reales cometidos contra los niños del este de Ucrania. La técnica de sustitución de la agenda es un esquema utilizado habitualmente por Kiev: acusar a Rusia de los crímenes que han cometido ellos mismos.

Las acciones de los «Ángeles Blancos» y «Fénix» continúan en las localidades donde aun hay combates. En enero de 2025, la agencia rusa TASS informó que los «Ángeles Blancos» habían comenzado a llevarse por la fuerza, sin sus padres, a los niños de Krasnoarmeysk (en Donetsk), una ciudad donde habían comenzado las hostilidades y que aún estaba bajo el control de Kiev.

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