PARADOJAS: De cómo los viejos gorilas de paladar negro resultan humanos al lado de los monstruos que nos gobiernan
El gobierno de Javier Milei se propone destruir el PAMI. Lo reveló el excelente corresponsal que tiene El Destape en la Casa Rosada, Jon Eguier. Dijo que el ministro sin cartera Santiago Caputo (a) Rasputin suele decirle a sus colaboradores: «¿Cómo es posible que haya un sistema (por el PAMI) para personas que lo que más requieren es medicamentos y hospitales?. Esta mal hecho, hay que desarmarlo. ¿A quien se le ocurrió armar un sistema de salud para ancianos?».
Como antes las demás obras sociales, la creación del PAMI no fue obra del execrado peronismo (promotor de una salud pública para todos) sino que se produjo en 1971 por la dictadura militar autotitulada «Revolución Argentina», en su caso en la etapa presidida por el teniente general Alejandro Agustín Lanusse y a instancias de su ministro de Salud y Acción Social, el capitán de navío Francisco Manrique, antes también periodista claramente pronorteamericano.
Manrique también puso en marcha el Prode, la «polla» de resultados de los partidos de la primera división del fútbol vernáculo, una exitosa iniciativa estatal que permitió financiar en gran parte al PAMI.
Ambos, Lanusse y Manrique eran en los años ’50 del siglo pasado acérrimos antiperonistas. Incluso conspiraron para asesinar a Perón y a sus allegados, Lanusse en 1951, Manrique en 1955. Que luego, como edecán de Pedro Eugenio Aramburu, convalidó la treintena de fusilamientos de junio de 1956.

Y, sin embargo, frente a monstruos como los Caputo y Milei, Lanusse y Manrique parecen, si no humanistas, al menos si humanos, gentes con las que, en su madurez, era posible dialogar. Lejos de ser genocidas deseosos de exterminar a la llamada «clase pasiva» a como dé lugar, como Milei y los Caputo.

Sería bueno que la oposición tomara debida nota de contra quienes se enfrenta. Antes de que sea demasiado tarde.