TUCUMÁN. Las pruebas de la implicación de los EEUU en un intento de “golpe blando”

Compartí

GOLPE INSTITUCIONAL

Una fundación del PRO y EE.UU, detrás de la “crisis” generada en Tucumán

Los graves acontecimientos vividos en Tucumán en las últimas semanas fueron promovidos por operadores políticos financiados por la Embajada de Estados Unidos entre otras representaciones diplomáticas, bancos internacionales y multinacionales norteamericanas, a través de una oscura y misteriosa fundación denominada Red de Acción Política (RAP)

Una fundación del PRO y EE.UU, detrás de la “crisis” generada en Tucumán

Maximiliano Burckwardt – Tucumán Hoy

Los integrantes de la fórmula del Acuerdo Para el Bicentenario, José Cano y Domingo Amaya y el diputado ruralista Juan Casañas, los tres principales protagonistas de los hechos destituyentes que se vivieron en la provincia pertenecen a la Red de Acción Política.

Como se recordará, los sucesos comenzaron con un desproporcionado reclamo de ruralistas -liderados por el diputado nacional Juan Casañas-, que tiene sitiada la céntrica Plaza Independencia por una treintena de tractores en reclamo de rebajas impositivas; continuaron con las absurdas denuncia de “fraude electoral integral” y de “asociación ilícita criminal” del Gobierno Provincial, Gendarmería Nacional, Correo Argentino y el Frente para la Victoria -con la complicidad de la Junta Electoral Provincial-, para evitar el triunfo de la fórmula integrada por José Cano y Domingo Amaya; y coronaron con un absurdo fallo contrario a derecho, que configuró un claro cuadro de prevaricato.

Recordemos también que, ante las primeras denuncias de fraude y las concentraciones caceroleras frente a Casa de Gobierno, la propia presidenta Cristina Fernández de Kirchner expresó sin eufemismos -en un discurso emitido por Cadena Nacional- que detrás de los hechos de Tucumán “estaba el país del norte”.

Un par de días antes, la diputada nacional kirchnerista Diana Conti, durante un debate difundido en el programa de Gustavo Sylvestre, le imputó dos veces en el rostro a su par macrista Patricia Bullrich que “los hechos de Tucumán están organizados por tus jefes de la Embajada de Estados Unidos”, sin que Bullrich emitiera una palabra.

Tanto Cristina como Conti coincidieron en interpretar los destituyentes acontecimientos tucumanos como parte de un plan tendiente a cuestionar el sistema electoral argentino y deslegitimar el seguro triunfo electoral de Daniel Scioli.

En Nuestra América ya tenemos algunas experiencias de campañas como éstas, en las que se destacan las últimas elecciones en Brasil y, fundamentalmente, las elecciones que consagraron a Nicolás Maduro presidente de Venezuela. Ambos presidentes no pudieron superar la situación de debilidad en que asumieron sus mandatos, al punto que hoy le imponen a Dilma un feroz ajuste, y Venezuela sufre permanentes ataques desde el exterior. Sin duda, lo que se pretende es poner al futuro presidente en igual situación de debilidad.

La destituyente Fundación RAP

La Fundación RAP está integrada por alrededor de 160 políticos, la mayoría de ellos con responsabilidades institucionales, de los cuales un centenar son dirigentes del PRO, medio centenar está integrado por radicales y socialistas y un puñado de justicialistas que se caracterizan por sus diferencias con las políticas en materia internacional del actual gobierno y por sus indisimuladas simpatías hacia los Estados Unidos.

Las autoridades de la RAP son en su totalidad personajes vinculados al PRO, muchos de ellos de oscuros antecedentes. Su presidente, Alan Clutterbuck, fue secretario de Estado en el Ministerio de Economía durante el gobierno de Carlos Menem y actualmente es el coordinador de los equipos técnicos de Patricia Bullrich. Clutterbuck es propietario en sociedad con Ramiro Tagliaferro de la encuestadora Poliarquía, investigada por operaciones similares a las realizadas por Fernando Niembro.

Ramiro Tagliaferro, actual candidato a intendente de Morón (Buenos Aires) por el PRO, es el esposo de María Eugenia Vidal e integra la mesa directiva de RAP. Fue directivo de las empresas Techint y Alpargatas, hasta que asumió como concejal en Morón. Además de estar imputado por las oscuras facturaciones de Poliarquía al gobierno de la CIudad de Buenos Aires, tiene denuncias internacionales por sospechas de haber participados en el intento golpista contra Hugo Chávez, en 2002, y en los golpes contra el ex presidente haitiano Jean Bertrand Aristide, en 2004, y contra el hondureño Manuel Zelaya, en 2009.

Los recursos con lo que opera RAP -a través de los cuales financia viajes de sus integrantes para asistir a cursos de formación política en Estados Unidos, organizar almuerzos mensuales de sus miembros y debates en Luján (Buenos Aires)- provienen de las embajadas de Estados Unidos, Inglaterra, Canadá y España; de la National Endowment for Democracy (NED); de los bancos HSBC, Francés y Lehman Brothers; de multinacionales como Techint y Coca Cola y del Fondo de Inversión Elliot Capital, que preside Paul Singer.

En el marco de esas actividades, el 15 de mayo de 2012, Cano y Casañas viajaron a Colombia a reunirse con el ex presidente Álvaro Uribe y el 11 de octubre de 2014, Cano viajó a Estados Unidos, junto a Graciela Ocaña, Federico Sturzenegger, Martín Lousteau y Mario Negri, entre otros.

Entre los integrantes de RAP se destacan los macristas María Eugenia Vidal, Federico Pinedo, Esteban y Patricia Bullrich, Guillermo Montenegro, los radicales Oscar Aguad, Ernesto Sanz, Juan Casañas, José Cano, el socialista Hermes Binner, y los justicialistas Domingo Amaya, Juan Manuel Urtubey y su primo Dalmacio Mera, vicegobernador de Catamarca.

La conformación de la fórmula Cano-Amaya fue el producto de decisiones tomadas en la conducción de la RAP, de la mano de Clutterbuck y Tagliaferro y por presiones de la Embajada de Estados Unidos. Por ello, las inexplicables negativas de Domingo Amaya a los insistentes ofrecimientos de los principales funcionarios nacionales para que acepte, primero, ser compañero de fórmula de Manzur y luego ser candidato a senador nacional, para lo cual Alperovich estaba dispuesto a dar un paso al costado.

En el marco de esa decisión, el pasado 1º de julio, en el almuerzo mensual de RAP, realizado en Buenos Aires, se informó y debatió, con la presencia de Cano y Amaya, la conveniencia de integrar una fórmula conjunta en Tucumán.

No quedan dudas de que la conformación de la fórmula, las sospechas de fraude promovidas desde varias semanas antes por los dirigentes del Acuerdo para el Bicentenario, el tractorazo de Casañas, el fallo de dos jueces corruptos -Salvador Ruiz, amigo personal de Cano, y Ebe López Piossek, tía de una candidato a concejal del PRO- y la última decisión de insistir con el no reconocimiento de los resultados electorales apelando ante la Corte Suprema de la Nación, forman parte de un plan maquiavélico diseñado por la Embajada de Estados Unidos y ejecutado por la fundación RAP, tal como lo insinuara la Presidenta y lo denunciara abiertamente la diputada Diana Conti.


Compartí

Un comentario

  1. No hay dudas que están armando una red de ONGs y de políticos para dar un golpe/s institucional/es. Casualidad que las embajadas del Commonwealth los auspicien no? Lo saben las personas que lo tienen que saber?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *